Tenía 44 años y, a pesar de que le iba bien en su trabajo, Mauricio Leal aún vivía con su mamá, Marleny Hernández, de 67. Leal, caleño, había empezado a los 15 años siendo auxiliar de peluquería. Siempre soñó con tener un negocio propio. Allí no siempre hacía cortes, tenía que barrer el pelo en el suelo de la peluquería y hacer mandados, incluido el tinto. Ascendió hasta que se fue a probar suerte a Miami. Regresó con un capital y con él montó la cadena de peluquerías Luxury.
Sin embargo el gran lunar de su vida fue su salud. Según le dijo en una entrevista al diario El Pais de Cali los dolores lo atormentaban: "resultó que mi tórax no estaba bien así que tocó hacer un trasplante de tórax y quedarme en reposo 3 meses, si ustedes se desesperan en casa imagínense yo como me sentía, pues como lo he dicho, me encanta estar y atender de la mejor forma a las clientes en mi peluquería"
Estaba tan cotizado que podía cobrar hasta 900 mil pesos. Entre sus clientes se contaba a Fanny Lu, Laura Acuña, Andrea Serna o Gabriela Tafur. Lo más granado de la sociedad colombiana. Todo terminó este lunes 22 de noviembre cuando un hermano del estilista entró a su apartamento en La Calera y encontró el horror: Mauricio y su mamá muertos. La nota que dejó no pudo ser más escueta: “Los amo, perdóneme, no aguanto más. A mis sobrinos y hermanos les dejo todo, con todo mi amor perdóname, mamá 11 24”.