La pregunta que muchos colombianos nos hacemos es cómo puede sostenerse en el gobierno un ministro como Diego Molano, especialmente cuando ocupa la cartera de Defensa. Y la respuesta es obvia: solo puede hacerlo en un gobierno como el del presidente Duque para quien todo lo que hacen sus amigos-funcionarios, está bien. Cuando se daba por seguro que sería el reemplazo del fallecido Carlos Holmes Trujillo en ese ministerio, salió a relucir una propuesta que él hizo cuando era concejal. Nada menos que el ‘protestódromo’, definido por algunos medios como "un sitio para 50.000 personas donde los que quieran protestar podían entrar y estar horas o días manifestándose; contaría con ‘dummies’ de Transmilenio para poderlos atacar y así no afectar el sistema de transporte. La idea buscaba reducir los índices de violencia."
Esta "maravillosa propuesta" debería haberle constado ese nombramiento, pero por el contrario la levedad del presidente Duque posiblemente la consideró un activo para enfrentarse nada menos que a los retos de semejante cartera. Pero las dos últimas salidas de Molano se pasaron de tono, ignorando muchas anteriores donde demostró ignorancia y sobre todo insensibilidad como cuando murieron menores en un ataque del Ejército a los cuales denominó para justificar el hecho, como máquinas de guerra.
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Ahora resulta que Molano también está a cargo de la Cancillería y Martha Lucía se calló hasta que debió tener una reunión con el embajador de ese país
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La farsa de su estrategia para supuestamente demostrar los ataques injustificados a las Fuerzas Armadas que generó una reacción internacional no recibió ningún llamado de atención y menos de censura por parte de la Presidencia. Todo bien, parecería ser la respuesta del presidente. Pero la última salida en falso contra Irán ya demostró su peligrosa incapacidad para entender su puesto en el gobierno, su verdadera responsabilidad y las consecuencias de sus actos. Ahora resulta que Molano también está a cargo de la Cancillería y Martha Lucía se calló hasta que debió tener una reunión con el embajador de ese país. De paso, qué desastre de canciller.
Hace rato Molano se tenía que ir del gobierno, pero como muchos de esos personajes ineptos e irresponsables, él también es intocable. En el fondo mantener este tipo de funcionarios públicos en puestos claves es un verdadero irrespeto a los 50 millones de colombianos. Solo un país que no es serio, que no tiene una institucionalidad consolidada puede permitirse estas salidas que acaban con la imagen de Colombia. Pero lo peor, es que son tantos los casos similares, que parecería que millones de ciudadanos han decidido ante la imposibilidad de cambiar algo, ignorar estos osos nacionales e internacionales y solo esperar que esta pesadilla de gobierno se acabe lo más pronto posible. Pero lo grave, es que esa indiferencia lo que hace es abrir el camino para que se sigan cometiendo estos serios deslices dejando la imagen nuestra como lo que aún nos negamos a aceptar: somos lo que despectivamente se ha denominado una república bananera. Y no éramos así, por lo menos al nivel al que hemos llegado. Pero ese es el legado de un presidente que maneja esta sociedad como su club de amigos.
Esta es la respuesta a la pregunta planteada. El mindefensa se mantiene porque es parte del club de fans del presidente Duque, para ponerlo en Inglés, idioma que tanto le gusta al primer mandatario.
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