Muchas discusiones tuvieron cabida en la III conferencia Ideológica Nacional del Partido Comunista Colombiano, el pasado 12 de octubre, en torno al actual momento político del país. Pese a las múltiples dificultades que han atravesado a través de la historia los movimientos de izquierda en Colombia, para los comunistas, los revolucionarios y los demócratas la construcción de una Colombia más incluyente, justa y democrática sigue siendo el camino, es en este sentido que adquiere gran trascendencia la unidad.
Van casi dos años de la formalización de las negociaciones en La Habana, escenario que ha arrojado importantes acuerdos entre el Gobierno Colombiano y las FARC, sin embargo las condiciones políticas y sociales dentro del país no han propiciado una discusión amplia, acerca del significado de los diálogos y la posibilidad de lograr el fin del conflicto armado. Por el contrario, sectores de la población todavía defienden la posición de acabar con la mesa, influenciados por sectores de la ultraderecha que se han beneficiado con el conflicto.
Este complejo momento político le permite a toda la población colombiana ubicarse en un agitado periodo de discusión política, es así como todas las organizaciones sociales tenemos la responsabilidad no solo de defender la mesa de diálogos, sino también de lograr que las discusiones reales en torno a la mesa logren llegar, sin manipulaciones mediáticas, al conjunto de la población. Esta tarea aunque no es fácil requiere necesariamente de la unidad de las izquierdas, los movimientos sociales y democráticos que apostamos hoy por la solución política de este largo conflicto, no solo con las FARC sino también con el ELN y el EPL.
Es por esta razón que hoy más que nunca la propuesta de trabajar en la construcción del Frente Amplio por la Paz cobra mayor vigencia. Sin embargo es necesario aclarar que el Frente Amplio no esta concebido únicamente como una coalición electoral sino que también es un espacio de construcción política necesario para la apertura democrática con garantías para la oposición y la construcción de una paz real, estable y duradera.
Los colombianos hoy debemos abocarnos a defender la mesa de negociación y a exigir que el conjunto de la sociedad colombiana sea incluida en las discusiones como parte necesaria para la construcción de la refrendación de los acuerdos. De ahí la importancia de que todas las organizaciones y sectores sociales se proyecten hacia la construcción de un frente amplio por la paz, por la defensa de los diálogos, por una Colombia que logre superar este largo conflicto armado y rumbo a la construcción de paz con justicia social.
UNIDAD, Frente Amplio Por La Paz