Delcy Rodríguez conoció los gases lacrimógenos en una visita que le hizo a su padre en prisión cuando era una niña de dos años. Jorge Antonio Rodríguez, un marxista por convicción fundador de la Liga Socialista venezolana fue detenido en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y murió en prisión en 1976 custodiado por la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP). Delcy y su hermano Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador de Caracas quien también forma parte del círculo de confianza de Nicolás Maduro, entraron con su mamá al calabozo a visitar al padre detenido, cuando los gases los hicieron salir, casi ahogados, Delcy terminó hospitalizada, un recuerdo que aún sigue vivo.
Abogada de la Universidad Central de Venezuela, lugar en donde empezó a moldearse como una revolucionaria y con un posgrado en Derecho Laboral en París, su vida, como la de su hermano Jorge, médico de la Universidad Central ha estado siempre atada a la lucha política desde la izquierda venezolana y ha acompañado el Chavismo desde sus inicios. Es de carácter tenaz e intransigente con sus aspiraciones.
Al llegar al poder, Nicolás Maduro la nombró ministra de Comunicación e Información, cargo que ocupó entre 2013 y 2014 y al que llegó a lidiar las relaciones del gobierno de su país con los medios de comunicación en un momento critico: gran cantidad de medios impresos manifestaron que no tenían la capacidad de adquirir papel periódico por razones derivadas del cambio de divisas. Con su paso por dicha cartera, Rodriguez empezó a hacer su fama de autoritaria y fue su carácter el que convenció a Maduro a promoverla a un cargo mucho más importante: el de canciller. Al frente del ministerio popular para las Relaciones Exteriores estuvo hasta el 2017, cuando fue designada como Presidenta de la Asamblea Constituyente.
Y, tras las elecciones de 2018, Rodríguez se proclamó como vicepresidenta de Venezuela, directa mano derecha de Maduro en el poder.
Los choques que, desde el principio, han habido entre Colombia y Venezuela durante el gobierno Duque, le dieron una misión prioritaria a Delcy, avalada por su jefe Maduro: deslegitimar desde todas las maneras a su alcance al gobierno colombiano.
Con el presidente Duque, a quien Rodríguez no conoce personalmente, la confrontación diplomática ha sido un asunto importante. No se han desaprovechado sucesos y circunstancias para alimentar la rivalidad entre ambos gobiernos y rechazar, por parte del regimen chavista, el apoyo irrestricto de Colombia a la oposición venezolana encabezada por Guaidó.
Han sido diversas las veces en que Delcy Rodríguez le ha deseado públicamente la cárcel a los principales integrantes del gobierno colombiano y también se ha comprometido con iniciativas para emproblemar al presidente Duque con instancias judiciales internacionales como la Corte Penal Internacional en la Haya, instancia que juzga a personas de todo el mundo por crimenes de Estado.
Entonces, Rodríguez ha querido aprovechar el homicidio de los dos venezolanos, un niño de 12 años y un joven de 18, sospechosos de querer robar un establecimiento comercial en el Tibú, departamento de Norte de Santander el pasado 11 de octubre, para tal cometido. La vicepresidenta de Venezuela anunció la denuncia de Iván Duque en La Haya por los delitos de "persecución" y "exterminio" de venezolanos en Colombia, sabiendo que el gobierno colombiano ha sido reconocido internacionalmente por sus medidas de acogimiento a migrantes como lo es el Estatuto Temporal de Protección.
"Venezuela llevará a Iván Duque ante la Corte Penal Internacional por el delito de exterminio, persecución contemplada en el artículo 7.1.H de Estatuto de Roma por la persecución contra nuestros migrantes, por el asesinato de nuestros migrantes que se ha convertido en una política sistemática y masiva contra nuestros connacionales".
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