Todo ocurrió en un conjunto residencial al suroccidente de Bogotá en el apartamento 510, donde una pareja terminó agrediéndose por infidelidad de las dos partes con un cuchillo, el resultado fue fatal: los dos hijos y el esposo muertos.
La mamá de los menores, quien sobrevivió, aceptó hablar y decir lo que no manifestó en audiencia ante el juez 20 penal del circuito por decisión de su defensor, quien consideró que estaba siendo revictimizada con la muerte de sus hijos.
Hoy, Gloria Aidee Huertas, desde la cárcel El Buen Pastor, cuenta con detalles cómo fueron las ocho horas más horribles de su vida, que la tienen condenada a pagar 50 años de prisión, por lo que ella dice: “Está muerta en vida con sus hijos”.
La mujer asegura que “no mató a sus bebés” y sí apuñaló dos veces en la espalda a su esposo en legítima defensa. En esta historia contada por Testigo Directo se contraponen el testimonio de la acusada, la sentencia proferida por jueces y ratificada por magistrados, como también los testimonios de quienes la conocieron y la familia de quien fue el esposo por 11 años.
Gloria dice que ella ya no quiere vivir, piensa en el suicidio y lo único que desea es ir al cementerio a “hablarle a la tumba de sus hijos”.