El señor Alexander Vega Rocha, registrador del Estado Civil en Colombia, ha generado pánico a raíz de sus últimas declaraciones. Al repasar las funciones de la Registraduría se encuentra que "están las de dirigir y organizar las elecciones, adoptar las políticas de registro civil en Colombia, tener a su cargo la identificación de todos los colombianos y proteger el ejercicio del derecho al sufragio y la identificación de las personas." Es decir, el nombre de quien sea en últimas el presidente electo en la contienda del 2022 depende mucho de la transparencia, seriedad, conocimiento de quien esté al frente de esta entidad.
Sin embargo, el señor registrador salió a demostrarle al país varios hechos a cuál más de preocupante. Primero, su absoluta ignorancia sobre la forma como funciona el Estado, sus instituciones y los compromisos que tienen legalmente establecidos. Las estadísticas son la responsabilidad del Dane, todas sin excepción, y esa es la función que asume dentro del gobierno y ante el país. Segundo, no mide las consecuencias de deslegitimar una variable crucial para las elecciones como es el número de colombianos, sin entender su verdadera función como Registrador y las vías para resolver sus dudas si las tiene. El director del Dane reiteró que esta institución ha venido trabajando con la Registraduría desde 2017 intercambiando información. Es decir, y ese es el tercer punto, su interés no es aclarar dudas sino deslegitimar al Dane para que aumenten en 5 millones los colombianos. Así de claro y transparente y lo hizo sin sonrojarse. Y el presidente Duque mutis por el foro. Extraño ¿verdad?
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Y el presidente Duque mutis por el foro. Extraño, ¿verdad?
________________________________________________________________________________Lo que el señor Vega está haciendo es anunciar que aparecerán millones de votos no esperados hasta ahora, que en estas difíciles elecciones terminarán decidiendo quien asumirá la presidencia de la República para el período 2022-2026. Es decir, una compra anunciada de votos que además se financiaría con los recursos públicos en manos de los políticos gracias a la caída de la Ley de Garantías. Es decir, el fraude perfecto y por eso es fundamental entender la gravedad de estas declaraciones del señor Vega.
La pregunta obvia es si los colombianos vamos a aceptar este claro anuncio de atentado contra nuestra débil democracia. Y además si vamos a seguir admitiendo la llegada a puestos claves de personas o profundamente ignorantes, o una especie de aviones mandados a garantizar los resultados amañados que algunos esperan. Pero además, es un verdadero horror que en un acto clientelista, oportunista e irresponsable, se trate de acabar con la reputación de una institución como el Dane reconocida no solo históricamente por su profesionalismo sino una de las líderes en este tema en América Latina. En medio de las inmensas críticas a muchos funcionarios de este gobierno, el director del Dane se ha ganado por su seriedad y profesionalismo, el reconocimiento de quienes tenemos serias dudas sobre el equipo que actualmente dirige al país.
Pero estas declaraciones sin fundamento y por lo tanto irresponsables del registrador Vega no se pueden quedar ahí. Este es un debate crítico porque no pude aceptarse como sencillamente un fraude anunciado. De ese tamaño es el problema. Hasta cuando los colombianos seguiremos tragando entero. ¿Lo seguiremos haciendo hasta que nos quedemos sin la poca democracia que tenemos? Es increíble la pasividad en que estamos. Un gobierno con tanto rechazo sigue haciendo lo que le parece y todos quietos. Caro que los medios para expresar nuestras fundadas preocupaciones cada vez son menos pero los pocos que aun quedan, usémoslos.
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