El gobierno y los partidos políticos adherido a él socaban las bases de la estructura del país, con leyes conducentes a la desestabilización de las instituciones y aumento de la corrupción, es decir, quiebra de moral total.
Como se ha visto en estos días, con el mico incorporado en la Ley Ordinaria de Presupuesto, que pretende derogar algunos aspectos de la Ley Estatutaria de Garantías, mecanismo inconstitucional, conocido por los congresistas, porque ellos hacen las leyes, con el fin de dar facultad —prohibido actualmente— de contratar el Estado con particulares, meses antes de las elecciones y durante ellas, pero careciendo de importancia el hecho, porque el efecto de la consecución de votos se logrará.
Se añade a lo anterior, el tránsito de competencia de la Corte a la Comisión de Absolución, para ser juzgados por esta los directivos de Fiscalía, Procuraduría y Contraloría, consiguiéndose un doble fin, uno quitar funciones y debilitar a la Corte; otro, dejar en manos de amigos el juzgamiento de los titulares de las tres instituciones, a quienes se investigará con miramiento, porque los juzgadores pueden ser investigados por los juzgados, en virtud del abandono del fuero de los congresistas, luego de lo cual todo es risas, risas, y aplausos.
Por último se encuentra un proyecto que, en caso de concretarse será rica mermelada para deleite de funcionarios públicos… Con él se busca remunerar con salario extra cualquier obra considerada meritoria realizada durante la labor habitual; esta producirá también abundantes votos de los favorecidos, siendo junto con el mico, creador de delitos futuros.
Pero como todo esto irá a la entidad investigadora y organismos de control, estos se harán los de la vista gorda; y si se produce por ello cualquier exceso, no pasará más que manos amigas, más risas, más aplausos.
Así se está administrando el país, lo que asegura la existencia de una gran cantidad de beneficiarios agradecidos, y del otro lado, un inmenso número de perjudicados, para luego preguntarse ¿por qué está tan viva la confrontación ideológica actual?