Muchas veces nos hemos hecho esa gran pregunta: ¿qué es lo que nos hace falta para que el departamento de Nariño entre a formar parte de los departamentos más importantes de Colombia en cuanto a desarrollo y progreso?
Veamos: somos un departamento con fronteras de toda índole; por el sur estamos conectados con Ecuador, gran aliado comercial. Podríamos decir que ya no hay pretexto de que no tenemos la inconclusa vía panamericana.
Tenemos frontera ilimitada con el mundo a través del mal denominado Puerto de Tumaco (porque no lo es verdaderamente); a duras penas tenemos un pedazo de playa abandonada y pare de contar. Ya quisiéramos tener un puerto de verdad con toda su infraestructura de servicios permanentes, ya que hemos sido inferiores para saber elegir a nuestra clase dirigente para que de verdad defienda y trabaje por los intereses regionales y no por mantener a sus sirvientes burócratas que a la hora de la verdad no son más que unos zánganos que únicamente sirven a sus solapados patrones.
La dirigencia cívica juega un papel fundamental en estas lides ya que los dirigentes políticos y gremiales no lo han realizado a base de protagonismos y caridad. Entonces apreciados amigos y lectores les dejo una tarea importantísima y de gran responsabilidad, ahora que se avecinan las elecciones: analicemos con objetividad por quién vamos a votar, si por los mismos de siempre que no se los oye decir esta boca es mía en el parlamento para sacar la cara por los proyectos que impliquen desarrollo para Nariño o por nuevas figuras que realmente van a trabajar por nuestro desarrollo.
Promesas nos van a hacer, no me cabe la menor duda, lo importante es no caer en sus redes que para eso son muy hábiles y se las saben todas, da mucha pena decirlo pero no se ha oído a los parlamentarios de Nariño exigiéndole al gobierno nacional cualquier cosa para el sur de Colombia, a duras penas se oye una voz en el parlamento colombiano.
Si no hay quien trabaje por nosotros, seguiremos en el ostracismo y el atraso, tenemos que luchar por que nuestra infraestructura no se quede a medias. La doble calzada Pasto-Catambuco-Rumichaca hay que terminarla, la doble calzada Pasto-Popayán tiene que realizase, el aeropuerto Antonio Nariño debe terminarse y el Puerto de Tumaco debemos meterlo en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo.