En reiteradas oportunidades se ha hablado sobre aspectos críticos de la forma en que Barranquilla ha sido dirigida por un poderoso grupo económico familiar desde hace 4 períodos consecutivos, en los que ha predominado un fuerte patrón de construcciones y una política de copamiento de todas las esferas sociales, políticas, económicas y culturales, sin que exista hasta el momento una mediana oposición seria.
Desde ahora, nos ocuparemos de sugerir algunas iniciativas tendientes a procurar la construcción de un nuevo modelo de ciudad, a partir de formas más democráticas de ejercer la política por parte de los sectores alternativos en los que, dicho sea de paso, imperan el fanatismo, la carencia de crítica y autocrítica, y lo más grave, una real vocación de poder, que debería traducirse en una apuesta, una construcción política de lo que se quiere hacer y transformar.
Se trata entonces de apuntar al desarrollo de un proceso político y social de convergencia de ideas, posturas y enfoques que desemboquen en un abrebocas, en un programa piloto de lo que debe ser la nueva ciudad que necesitamos y queremos, desde una óptica acorde a las realidades financieras legadas (vigencias futuras).
Propongo abrir un debate permanente acerca de aspectos centrales de la vida cotidiana de los barranquilleros y barranquilleras.
El Pacto Histórico liderado por Petro, que se constituye en una seria apuesta por llegar al gobierno nacional en 2022, ha tenido serios reparos en la forma en que se ha venido construyendo, a saber, lista cerrada a senado y listas a cámara diseñadas a puerta cerrada, son cuando menos los dos principales yerros de este valioso proceso que llena de esperanza a millones de colombianos.
Dicho esto, para significar que el asunto no debe centrarse en llegar al gobierno, sino en llegar a través de construcciones más democráticas tanto en la forma de hacer la política, como en la toma de decisiones y, sobre todo, en que debe y tiene que existir un norte claro en cuanto al paquete de reformas que han de implementarse, cómo, cuándo y quiénes van a liderarlas.
En Barranquilla, podemos proponer un debate abierto acerca de estos aspectos neurálgicos con la perspectiva clara, colectiva y democrática de lo que se debe hacer en la ciudad, de esta forma, cualquier gobierno que llegue tendrá que vérselas con una ciudadanía consciente, apropiada de los asuntos públicos que le competen y, sobre todo, con el ojo riguroso de las ejecutorias del erario, asunto vital para que el nuevo modelo de ciudad pueda prosperar.
En este nuevo modelo de ciudad, tiene que haber un pacto fundamental por la defensa del presupuesto público, esto es, que exista un compromiso inequívoco por el manejo transparente de la cosa pública, en el que los funcionarios públicos entren como salgan, y no como viene sucediendo, en el que se entra en bus y se sale con millonarias viviendas al norte de la ciudad y con inversiones en el extranjero, nada de esto puede avalarse ni cohonestarse bajo ninguna circunstancia.
Un mecanismo democrático por medio del cual podemos llevar a cabo las principales reformas que surjan de estos debates ciudadanos, en barrios, universidades, colegios, empresas, clínicas y hospitales, puede ser el de la Iniciativa Popular Legislativa y Normativa, amparado por la Constitución Política y que permite a los ciudadanos presentar ante el Concejo Distrital -previa inscripción del Comité Promotor y de la recolección de un porcentaje de firmas (10% censo electoral de Barranquilla)- para que este apruebe las propuestas ciudadanas y sean formalizadas vía Acuerdo Distrital.
Tendríamos no solamente una ciudadanía politizada, sino también movilizada en función de la exigencia de unas reformas que ha construido palmo a palmo con sus vecinos, pares y contradictores en un ejercicio realmente público y democrático.
La Iniciativa Popular Legislativa y Normativa es una valiosa herramienta que poco uso ha tenido en nuestro país y ciudad -último intento fue la lucha contra el transporte del carbón en la vía 40-, pero que, de ser organizada y trabajada con espíritu unitario y esfuerzo, será una apuesta que comenzará a darle un viraje a lo que acontece en La Arenosa.