Como nunca antes se había visto, las tres principales plataformas de comunicación y redes sociales del mundo permanecen caídas desde esta mañana en el ámbito global: Instagram, Facebook y WhatsApp.
Parece que todo está entrelazado con la noticia de las filtraciones de Pandora que salieron a luz el domingo, en las que se revelan las grandes fortunas que los políticos de todo el mundo mantienen en paraísos fiscales.
Hay mensajes en supuestas cuentas de Anonymous en Twitter que anuncian grandes revelaciones. ¿Tienen que ver con el colapso de la red social?
Lo único cierto es que parte de nuestra vida transcurre en un mundo virtual, otra dimensión creada por el ser humano y cuyo control se lo disputan quienes están a la vanguardia del conocimiento.
Los gobiernos, los dueños de las plataformas y los hackers, esos revolucionarios que se niegan a entregarle el poder supremo del control de nuestras vidas a unos pocos.
El resto somos simples fichas de ajedrez; ellos controlan nuestras cuentas de ahorros, nuestros más profundos secretos que compartimos en WhatsApp, saben sobre nuestros gustos y que queremos comprar, con quién nos relacionamos y qué preferencias políticas tenemos.
Vivimos un momento único de la historia de la humanidad. Debemos decidir ahora mismo si nosotros y nuestros hijos van a vivir como esclavos siendo usuarios de la tecnología o seres humanos libres que tengan la posibilidad de controlar el mundo virtual en el que estamos obligados a vivir.