El territorio, la nueva muletilla

El territorio, la nueva muletilla

La moda es hablar de “territorio” y con ello desaparecieron palabras como barrio, ciudad o departamento. ¿Por qué no debería usarse el término de cualquier manera?

Por: César Arturo Castillo Parra
septiembre 29, 2021
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
El territorio, la nueva muletilla
Foto: Pixabay

El idioma es quizás la creación más maravillosa del ser humano porque con él se hace posible la comunicación y socialización entre los miembros de una comunidad. Esa es una afirmación que se acepta con mucha facilidad por la tendencia que tenemos de idealizar los valores humanos, pero no podemos olvidar que el uso del idioma se ha constituido también en un arma para el ejercicio de la violencia simbólica y la segregación social. Así como con unas palabras buscamos construir realidades nuevas, con otras tratamos de destruir o minimizar a los demás.

Muchos, movidos por el espíritu de montonera o por el afán de buscar el reconocimiento social, creen que saber usar el idioma es repetir palabras extrañas o rimbombantes, y otros piensan que consiste en cuidar religiosamente las normas de ortografía porque eso fue lo que les enseñaron en la escuela, a seguir unas reglas arbitrarias que desde distintos niveles del poder simbólico se van inventando o cambiando en el curso de los tiempos.

Los que andan en el mundo de las academias viven de cuidar esos “tesoros” que otros se inventaron para tratar de lograr estatus y reconocimiento, pero la ortografía ha venido cambiando y ojalá la inteligencia del ser humano sirva para irla simplificando y mejorando a fin de que todos la podamos manejar eficientemente, sin tantos formalismos innecesarios como ese de las excepciones para una cuantas expresiones. Desafortunadamente, lo que la mayoría quiere es que sigamos amarrados al pasado para cuidar supuestos purismos arcaicos, de falsos valores idiomáticos.

Pero no quiero quedarme en esa discusión, porque ya la historia ha demostrado lo que he dicho y en el futuro veremos nuevas transformaciones en cada idioma. Lo que quiero señalar hoy es que es mucho más importante darle a las palabras el uso que se merecen para evitar confusiones o repeticiones fastidiosas, tal y como sucede con la palabra “tal”, que se dice y redice hasta vaciarla de sentido. En otras oportunidades utilizamos las palabras como si fueran comodines para dar sentidos que suponemos que los demás ya entienden: Cultura religiosa, Cultura de la paz, Cultura política, Cultura metro, etcétera.

En los últimos años la moda es hablar de “territorio” y con esa muletilla han hecho desaparecer otras palabras del idioma como barrio, ciudad, departamento, lugar o país. Es tan cierto que ya no se juegan torneos de fútbol en los barrios, sino que se dice: “Partidos de fútbol en los territorios”; ahora para hablar de la salsa en Cali se analizan las “expresiones musicales, artísticas y culturales propias del territorio”, como si la música no formara parte de la cultura y como si la salsa fuera de origen caleño.

A una “casa” yo no puedo llamarle “toro” porque nadie me entendería, pero tampoco puedo creer a ciegas que existen los sinónimos porque una casa no es igual a apartamento, mansión, choza o palacio. Una persona que se diga que sabe de su idioma debe estar en capacidad de reconocer las pequeñas diferencias que tienen las palabras en su naturaleza y las variaciones que sufre de acuerdo con los contextos disciplinares o profesionales. Por eso hay que resaltar que el “territorio” es en realidad una palabra profunda que no debiera ser ridiculizada para usarla de cualquier manera, pues ella implica el ejercicio del poder que tiene una comunidad o su casta dirigente, en lo político, militar y simbólico, sobre un área determinada.

A un nivel estatal, la creación de vías, distritos judiciales, viviendas, escuelas y sistemas de seguridad forman parte de las estrategias de ocupación, de la misma manera que se hace cuando se construyen monumentos o se impulsan políticas de movilidad y de asentamiento poblacional o se promueven idearios colectivos como los relativos al progreso. El territorio es una noción que da cuenta del proceso de humanización de una porción de la tierra, que se utiliza para darle o imponerle sentido de identidad a una población. El ser humano, aunque se reconoce poseedor de una historia, se siente vivo solo en la medida en que sostiene una relación transformadora sobre el lugar que ocupa, y es por ello que algunas corrientes de la geografía han sido utilizadas por parte de los grupos hegemónicos, para hacer una exaltación del concepto de patria (como espacio social) a la hora de fijar el "constructo" nacionalista. En dicha tarea desempeñan un papel crucial los manuales de geografía e historia que se elaboran para formar en el sistema escolar las nociones de ciudadanía, con sus correlativos diferenciadores: nosotros y aquellos.

Por todo lo anterior “vuelvo y repito” (como dicen algunos sin haber repetido), el concepto de territorio se puede utilizar cuando se quiere hablar de las políticas de sometimiento hacia una población que ocupa un área geográfica delimitada para controlarla y diferenciarla del extranjero que no se puede dominar.

Entonces, antes de caer en la muletilla piense bien lo que quiere decir para escoger la palabra que mejor se ajuste a sus intenciones comunicativas. Pero que quede bien claro, esta noción de territorio que he expuesto no es una verdad, es solo una posición entre otras que hay para escoger.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Los

Los "consumos no facturados": la misteriosa práctica con la que Vanti le puede sacar plata "legalmente"

Nota Ciudadana
Consideraciones sobre la vivienda

Consideraciones sobre la vivienda

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--