Para quienes no la conocen, les presento a Monómeros Colombo-Venezolano S. A., la empresa líder en el país con sede en Barranquilla que provee productos químicos básicos e intermedios para la industria y el sector agropecuario, filial de la compañía estatal Petroquímica de Venezuela, S. A. (Pequiven).
Monómeros es un importante activo del Estado venezolano que está en manos de la oposición, representada por Juan Guaidó (reconocido por Iván Duque como presidente interino). En la actualidad, esta empresa afronta una difícil situación financiera y política que ha llevado a un debate espinoso del que muchos esperan sacar provecho.
Varios dirigentes políticos de los países en mención hablan de una crisis devastadora en esta compañía, de la que señalan está perdiendo sus clientes a raíz de la inestabilidad política. Por ejemplo, el congresista por el Atlántico, César Lourduy, en una entrevista con Radio Caribe Plus dijo que la solución para sacar adelante a Monómeros es, primero, que el gobierno nacional tenga control de ella (en estos momentos está siendo intervenida por la Superintendencia de Sociedades) y, segundo, que la banca privada le brinde un crédito que permita su recuperación.
En palabras castizas, es quitarle la participación del Estado venezolano sobre la compañía solo porque está en crisis y, según Lourduy en su inmensa sabiduría, es lo más viable y lo más conveniente para los trabajadores, sin tomarse el trabajo ni siquiera de medir las consecuencias políticas que eso pueda traer entre las dos naciones que suficientes confrontaciones han tenido y sin mencionar que Monómeros forma parte de la discusión entre las negociaciones que se llevan a cabo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en México.
Imagínese usted que Ecopetrol tuviera una sede en Caracas y de repente el gobierno de ese país se la arrebatara al colombiano, solo porque no coinciden con la visión política y porque no le da la gana de retomar las relaciones diplomáticas, que bastante falta que hacen.
Desde esta columna rechazamos categóricamente cualquier intento ilegítimo y casi hasta ilegal de las intenciones de expropiar el patrimonio de una nación que está en medio de una situación socioeconómica complicada y de la que algunos buscan sacar provecho sin importar las consecuencias que pueda tener.
Creo que más allá de lo mal que ha sido la gestión de Maduro al frente del Ejecutivo, casi la misma del nivel de Guaidó (que está temporalmente), Monómeros Colombo-Venezolano es de los ciudadanos, no de un grupo político, y por el bien de la democracia y de las relaciones bilaterales (aunque ahora están fracturadas) hay que respetar lo ajeno y antes de querer sacar provecho alguno, sería bueno buscar una solución amigable para todas las partes. Y aunque muchos pronostican lo peor para Monómeros, su gerente general, Guillermo Rodríguez, dijo algo muy distinto en una entrevista al portal Zona Cero y a Emisora Atlántico.
“Probablemente, hay un esquema de desinformación que lamentablemente impacta en muchos casos negativamente a la empresa. Hay agentes internos y externos que nos han afectado y sobre todo el tema mediático que ha sido el más significativo para generar todas estas angustias que vamos teniendo y que tiene inquieto a todo nuestro grupo de interés. Asimismo, el mes de agosto, en ventas fue el más importante en los últimos 18 meses, en indicadores en los últimos 24 meses, lo que significa que la capacidad de reacción de Monómeros es realmente fundamental e importantísima”, explicó Rodríguez.
Toda esta situación me genera suspicacia, pues lo que pareciera quieren hacer algunos inescrupulosos es comprar a precio de huevo para vender a precio de gallina.