Casi siete años duró el matrimonio entre Daniela Ospina y James Rodríguez que terminó en el 2017 y fue la noticia de la farándula. A su mala racha en el futbol, se le sumó el fin de su relación con la mamá de su hija y parecía que la carrera de James Rodríguez no volvería a relucir.
Aunque ahora, cuatro años después, la pareja de celebridades se lleva mejor que nunca, y educan a su hija de la mejor manera, a Daniela parece que la vida le sonríe más y hasta le va mejor sin relacionarse sentimentalmente con el futbolista. Sus redes sociales son la evidencia perfecta.
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Mientras que el jugador del Everton, que no fue convocado para jugar con la Selección Colombia recientemente, pasa sus días despilfarrando su fortuna, llena de lujos y fiestas con sus amigos; Daniela utiliza sus redes para promulgar sobre el amor propio y vida saludable, realiza colaboraciones con reconocidas marcas de ropa, comparte sus rutinas de baile y ejercicio, publica fotos de su vida materna y hasta se convierte en la envidia de más de uno por sus lujosos viajes en familia.
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Desde que está sin James le ha ido mejor: se fue a vivir a Miami con su hija Salomé. Se ha dedicado a impulsar su marca de ropa, DanFive, en donde ella escoge hasta la textura de las prendas. Salomé la acompaña como una sombra, cada vez más inteligente y como ella misma la describe, cada vez más hábil.
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