El sistema de transporte masivo Transmetro ha tenido un año deprimente. Los barranquilleros hemos sido testigos de cómo lo desgastan, hasta el punto que ha suspendido su operación en dos oportunidades en lo corrido del año, afectando a cerca de unos 50.000 usuarios.
¿Pero por qué el sistema está en crisis? Según los concesionarios de las flotas de buses (Transcaribe y Sistur), desde que inició su operación ha habido complicaciones. Cuentan que no han logrado movilizar lo que los estudios proyectaron (334.000 usuarios), pues antes de la pandemia el número máximo fue de 150.000 y en la actualidad ha movilizado únicamente a 60.000 personas. He aquí el problema de todo: las malas proyecciones.
Así las cosas, lo que queda claro es que a los operadores les prometieron el cielo y la tierra, pero de aquello pocón pocón. Lo que ocurrió es que la Alcaldía Distrital de Barranquilla de aquel entonces entregó unos estudios que sostenían que los operadores tendría una rentabilidad gracias al número determinado de pasajeros que movilizarían, pero hoy, de acuerdo con José Picón, gerente de Sistur, no es así.
En entrevista con Radio Caribe Plus, Picón dijo que la administración del exalcalde Alejandro Char (primer periodo) había aprobado los estudios de proyección del número de pasajeros, y ese ha sido el problema de raíz. No obstante, actualmente nadie responde.
Varias voces autorizadas dicen lo mismo que Picón, entre ellos (aunque me pareció extraño por ser de la misma casa política) el alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, quien se refirió a la situación del sistema y afirmó que “esto es debido a una mala planificación”.
Incluso, el presidente Iván Duque señaló en un medio nacional que Transmetro: “Definitivamente tuvo una mala proyección en el número de personas a movilizar”, las cuales nunca se han dado.
La única esperanza de los operadores en su momento fue el Fondo de Estabilidad Tarifaria, que a la fecha está esperando un fallo de segunda instancia para saber si continúa o no porque, según los demandantes, la fuente de financiación es “ilegal y no cuenta” con la vigilancia y fiscalización de algún ente de control. ¿En qué parará este caso?