Todo pasa, como el viento. Faryd Mondragon y Carlos Antonio Vélez son dos de las duplas que más estima mutua se tienen en la televisión colombiana. Cada vez que tienen un programa entre los dos se felicitan, expresan su cariño. Pero hubo una época en donde las cosas se pusieron difíciles.
Después del mundial de 1994, Oscar Cordoba fue señalado del desastre y pagó con su titularidad el nuevo ciclo que estuvo a cargo de Hernán Dario Bolillo Gómez. En ese momento Faustino Asprilla era el hombre que manejaba el vestuario y sus deseos eran órdenes. Él tenía una larga amistad con Faryd Camilo por los años que pasaron juntos en la escuela Sarmiento Lora. Por eso presionó para que Gómez lo pusiera de titular.
No se equivocó al principio. Colombia arrancó su clasificación al mundial de Francia 98 con todo. Llevaba un invicto larguísimo hasta que cometió el error que le costó el partido contra Argentina en el Metropolitano con este absurdo gol del Piojo López.
También vinieron errores en Barranquilla contra Perú, que costó derrota y contra Paraguay en Asunción. En Uruguay el Turco salió mal y eso produjo el empate de los charrúas. Carlos Antonio Vélez empezó a masacrar a través de su micrófono en Antena 2 al arquero vallecaucano y lo señalaba de las derrotas.
El portal Cinco Cero recordó en estos días un testimonio de Esteban Jaramillo en una madrugada en un hotel de Montevideo: “Yo me levanté a las 4:30 am, llegué al hall del hotel y pedí un tinto cuando me encontré a Mondragón haciendo mala cara. ‘Hermano ¿qué pasa con usted?’. Y me dijo: ‘Estoy esperando a Carlos Antonio porque le voy a meter la mano porque él está hablando muy mal de mi y eso no lo voy a aguantar’. Como un viejito lo senté, lo apacigüé, busqué a Carlos Antonio, lo acerqué a Mondragón, conversaron, superaron diferencias, se hicieron muy amigos y hoy son muy amigos”.
Ahora, es verdad, son un dueto de parceros. Como diría Merecedes Sosa, Cambia, todo cambia.