Gran polémica ha desatado la apertura de “Open Mosque” en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Se trata de una mezquita que no tendría nada de particular si no fuera por que acepta e invita abiertamente a la comunidad homosexual y permite que las mujeres lideren la oración. Cerca de 300 personas asistieron al primer servicio de esta mezquita en la cual tanto hombres como mujeres entran por la misma puerta y pueden rezar juntos, sin importar “con quien pasaron la noche” como bien indica Taj Hargey, principal promotor de la iniciativa.
Hargey, que también es director del Centro Educacional Musulmán de Oxford, un grupo de musulmanes de pensamiento liberal, aseguró que su mezquita recibirá a personas de todas las religiones, géneros y orientaciones sexuales, luego de que esta fuera inaugurada el viernes de la semana pasada en Wynberg, un suburbio de la capital sudafricana.
Como era de esperarse, las voces de oposición no se han hecho esperar y ya hay quienes están haciendo todo lo posible para cerrar esta mezquita, no en vano la cantidad de amenazas de muerte que Hargey ha recibido en tan solo una semana. Igualmente, el Consejo Judicial Musulmán, un grupo de defensa religioso, dijo que está investigando a la Mezquita Abierta con la finalidad de clarificar sobre las políticas y objetivos de la misma. Según Riad Fataar, presidente de dicha organización, la apertura de la mezquita ha causado conmoción entre su comunidad “En efecto se trata de un lugar de culto, pero no podemos llamarlo mezquita, sin embargo no podemos hacer un pronunciamiento oficial hasta que no conozcamos todos los detalles”.
Por su parte el concejal Ganief Hendricks, de Ciudad del Cabo, intenta cerrarla valiéndose del argumento de que viola las leyes municipales pues según estas, cada centro de culto debe tener al menos una bahía de parqueo por cada diez feligreses y la mezquita en cuestión, no tiene ninguna. Según Hendricks, él no está persiguiendo a la mezquita sino que simplemente vela por el cumplimiento de las leyes.
En los últimos años en el país surafricano ha tomado gran fuerza una corriente árabe, por lo cual la “Mezquita Abierta” como traduce al español, surge como una iniciativa que desde hace dos años se venía gestando para contrarrestar la formación de grupos islámicos radicales en Sudáfrica. “Esta no es una mezquita gay, simplemente no voy a rechazar a nadie por su raza o condición sexual” Puntualiza Hargey.