Gabriel Camargo es una de las personalidades más peculiares en el mundo administrativo del fútbol profesional colombiano. Dueño y máximo accionista del Deportes Tolima desde hace más de 30 años, posicionó al equipo como uno de los más importantes del fútbol colombiano.
El Tolima solo tiene 3 títulos de liga en su historia, pero ya todo el mundo está acostumbrado a ver a un equipo que siempre da pelea. Es habitual ver al equipo pijao liderando la tabla de clasificaciones y poner a sufrir a los más grandes del país y en parte es gracias a Camargo.
La historia de éxito del Tolima no se puede entender sin el político boyacense. Camargo comenzó su carrera en los trajines de la política electoral, e incluso llegó a ser senador de Colombia, al igual que su esposa Leonor Serrano, quien además fue gobernadora de Cundinamarca.
Antes de entrar al Tolima a finales de los años 70, Camargo ya había acumulado una fortuna nada envidiable con negocios tan disímiles con el fútbol o la política como la cría y venta de pollos. Comenzó con una granja hasta construir la empresa Incubacol, que le permitió conocer a Eduardo Robayo, dueño de Kokoriko, quien lo metió en el club como socio hasta que se empoderó para convertirse en su único dueño.
Sin embargo, para Camargo el Tolima no es una simple inversión sino, como todo en su vida, un negocio, y como negocio, no ha tenido problema en pisotear la dignidad de los deportistas.
En diciembre de 2018, después de le preguntaran por el equipo femenino del Tolima, Camargo, muy campante y con una sonrisa en el rostro, no tuvo ningún inconveniente en afirmar que las mujeres eran más tomadoras de trago, eran problemáticas y que esos equipos eran “un caldo de cultivo de lesbianismo”. Camargo tuvo que arrepentirse de sus palabras un par de semanas después, pero quedó marcado como un dirigente machista y misógino.
INDIGNANTE 🤦♀️
Con declaraciones llenas de misoginia y homofobia, Gabriel Camargo presidente de Deportes Tolima se refirió al futbol femenino.
Deportes Tolima competirá en la Copa Libertadores 2019 y por petición de Conmebol está obligado a formar equipo femenino. pic.twitter.com/Vu25nbckBD
— Mujer Futbol (@mujerfutbolcom) December 20, 2018
Gran parte de la clave de Camargo para mantener al club en la élite del fútbol colombiano es la venta de jugadores. El Tolima es experto en formar jugadores jóvenes para que destaquen en el equipo y luego venderlos por grandes cifras de dinero a otros equipos del continente o incluso directamente a Europa.
El caso que mejor ejemplifica el modelo de negocio del Tolima es la reciente venta de Jaminton Campaz al Gremio de Brasil. Según el periodista Camilo Pinto, especialista en el equipo pijao, Gremio le pagó 4 millones de dólares al Tolima por el 100% de los derechos deportivos de Campaz. El jugador de 24 años era la gran figura del equipo campeón de 2021.
O meia-atacante Campaz foi apresentado oficialmente nesta tarde, recebeu a camisa 7 e realizou a sua primeira coletiva como atleta do Grêmio! 🇪🇪🇨🇴 #CampazÉTricolor
Acesse e leia mais sobre a apresentação da jóia colombiana: https://t.co/DQPTgrl9mm
📸: Lucas Uebel / Grêmio FBPA pic.twitter.com/bkG7A4MPJ2
— Grêmio FBPA (@Gremio) August 24, 2021
Sin embargo, Campaz no es el único ejemplo del negocio que hace Camargo con sus jugadores. En los últimos 7 años el Tolima ha vendido a 5 jugadores que han dejado ganancias de más de 15 millones de dólares.
Campaz es la venta más cara en la historia del Tolima, pero en 2014 Yimmy Chará fue vendido al Monterrey de México por 3.9 millones de dólares. El siguiente en la lista de traspasos más caros del equipo es Wilmar Barrios, actualmente en el fútbol ruso.
El hoy volante titular de la Selección Colombia fue comprado por Boca Juniors en 2017 por 3 millones de dólares. En el equipo argentino fue uno de los mejores jugadores mientras vistió sus colores, lo que permitió que luego Boca lo vendiera por poco más de 17 millones de dólares.
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La mayoría de traspasos millonarios del Tolima fueron al exterior, pero hay excepciones de jugadores que se quedaron en Colombia como la de Andrés Ibargüen. A comienzos de 2016 Atlético Nacional pagó 2.9 millones de dólares para traer a un jugador que fue fundamental para que el equipo antioqueño ganara la Copa Libertadores de aquel año.
Por último, Sebastián Villa fue la última gran venta del Tolima antes de Campaz. Villa, quien ahora es famoso por presuntamente golpear a su novia, fue vendido por poco más de 2 millones de dólares a Boca, donde se encontró con Barrios.
El total del valor que recaudó Camargo por la venta de Campaz, Chará, Barrios, Ibargüen y Villa suma 15.8 millones de dólares. Todo este dinero no se reinvierte de forma directa en jugadores para el club, ya que el Tolima no es un equipo que acostumbre a contratar grandes estrellas. El negocio de la venta de futbolistas es una de las varias formas del exsenador con las que ha amasado su fortuna y sigue manteniendo a su querido Tolima en la cima del fútbol profesional colombiano.
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