En 2018, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito reveló que el ingreso promedio mensual por hectárea de un cultivador de coca era de 400.000 pesos. Valor que podría ser superado en ganancias por una hectárea de pimienta.
Ante los peligros y la poca ganancia que le han dejado los cultivos ilícitos, campesinos como Jorge Cueltan erradican por completo la hoja de coca de sus parcelas y ahora se dedican de lleno de la pimienta, una exótica enredadera que le ha traído excelentes beneficios y, sobre todo, paz y tranquilidad.
“Productores, cambiemos de mentalidad”, dice Jorge Cueltan sobre el cambio radical que decidió hacer, que hoy lo tiene comercializado su producto en diferentes restaurantes del país.
“Un día dijimos: ‘no vamos a seguir sembrando más coca; vamos a cambiar a cultivos que no sean ilegales, sino que sean legales’”, explica Jorge sobre esta decisión que tuvo como objetivo crear mejores oportunidades para él y su familia. “Vamos a dejarles una herencia a nuestros niños: que hemos cambiado de cultivos ilícitos a cultivos legales como la pimienta”, destaca Jorge.
Cultivos legales a los cuales hoy el gobierno nacional da su mano para que se sigan expandiendo en todo el territorio nacional. Lo hacen “generando acciones concretas de intervención para que estos territorios avancen en un proceso de sustitución de economías ilícitas a economías legales”, indicó el ministro de Justicia Wilson Ruiz.
Estas acciones benefician especialmente a comunidades campesinas y afrodescendientes víctimas del conflicto armado como Jorge Cueltan.