Muy pocos se pueden imaginar a la Diosa de ébano comprometida con algo que no sea el salto triple; pero como todos, Caterine Ibargüen también cae en las trampas de amor. Desde hace varios años guarda una relación con el beisbolista Alexander Ramos, a quien le juró amor para toda la vida.
El atleta es el más orgulloso con las hazañas que ha conseguido su imponente esposa. Siempre está ahí para apoyarla y durante años la ha acompañado en los diferentes torneos de salto triple alrededor del mundo. Ha sido su soporte en las derrotas, y su felicidad en las victorias. Un hombre digno de ser el dueño de su corazón.
La pareja ha vivido de todo, desde el éxtasis por la medalla de oro de Caterine en Río 2016, como el susto de un atraco en las calles de Medellín, cuando se movilizaban en su automóvil y les robaron una cadena. Han compartido todo, y por eso, es impensable que algún día la relación se acabe.
Caterine ya dijo que no iba más con el salto triple, y que se retiraría de la actividad deportiva de alto rendimiento. Lo único que le falta a la pareja es un bebé, cosa que Caterine ya había pensado desde hace mucho, pero por su compromiso con el salto triple no había realizado. Ahora con 37 años, el siguiente paso de la pareja es tener un retoño, y quien quita que en unos nueve meses la Diosa de ébano nos sorprenda con su embarazo.
Caterine Ibargüen y Alexander Ramos son la viva imagen de que el amor verdadero sí existe.
Vea también:
