A Epa Colombia el castigo le llegó tarde, pero finalmente llegó. Corría el año 2019 cuando, en medio de las protestas por el Paro Nacional de noviembre, Daneidy Barrera se grabó vandalizando una estación de Transmilenio. Ella nunca pensó en ese momento que ahí empezaría su calvario.
Después se mostró arrepentida por lo sucedido, pero el daño ya estaba hecho y gracias a ese mismo video es que se volvió objetivo fácil de las autoridades. Tuvo que dar la cara ante la justicia, admitir los cargos y entrar en un largo proceso que casi un año y medio después llega a su fin: condenada a 63 meses de prisión.
Nadie dice que ella no debía pagar por lo que hizo. Las pruebas de que ella dañó las estaciones están ahí y según la ley eso tiene su castigo. La reacción de la mayoría de gente en redes es que es injusto que mientras ella nació pobre, surgió desde abajo y si tiene que pagar su condena, varias personalidades de clase alta que hicieron cosas peores sigan impunes.
¿Un ejemplo claro? Andrés Escobar. El empresario caleño se hizo público cuando apareció en medio de las protestas del Paro Nacional 2021 disparando a civiles en su intento por ayudar a la policía y "proteger el CAI de Ciudad Jardín". Atentar contra la vida humana es mucho más grave que contra estaciones de Transmilenio, ¿pero qué pasó con Escobar? Absolutamente nada. Al empresario incluso le abrieron micrófonos en medios y sigue impune por sus actos.
La ministra de las TIC Karen Abudinen está en medio de un escándalo por embolatar 70 mil millones de pesos que entregó al consorcio Centros Poblados, a quien dio el contrato para darle conexión a internet a niños y jóvenes de los municipios ubicados en las zonas más recónditas de Colombia.
Ese anticipo entregado no se sabe donde está, y ya el presidente Duque anunció que pidió ayuda internacional para recuperar esos 70 mil millones que están perdidos. Sin embargo, no le va a pedir a la ministra la renuncia porque cree en su transparencia y trabajo honesto. Mejor dicho, también ella es gente de bien y no se merece un castigo por lo sucedido. Mientras tanto, que si le caigan duro a Epa Colombia solo por haber nacido pobre.