Cada vez más congresistas investigados por distintos delitos han seguido el camino que abrió Álvaro Uribe Vélez con su caso por presunta manipulación de testigos. La estrategia de Uribe fue renunciar para que su caso pasara del fuero de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía. Los últimos casos fueron los del senador Richard Aguilar, capturado por corrupción en Santander, y el representante José Edilberto Castillo, investigado por un caso como alcalde de Zipaquirá.
Para cerrar esta estratagema legal, el representante David Racero (Decentes) radicó un proyecto de ley. De ser aprobado, todos los casos que involucren a personas elegidas como congresistas serán investigados por la Corte Suprema de Justicia, y el fuero no se perderá en caso de que renuncien. El proyecto deberá pasar cuatro debates, empezando por la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.