Cuando la reina del BMX, se decidió a entrenar, con una pandemia de por medio, para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, no fue tarea fácil, los últimos años sufrió múltiples lesiones que la dejaron en cama por casi un año. Con 29 años, Mariana Pajón sabe que el día que se retire lo hará por la puerta grande, sueña con formar una familia al lado de su esposo, el francés Vincent Pelluard. Con el temor de que su carrera acabará tras sufrir durante toda su carrera 18 fracturas en todo su cuerpo y la fuerte caída por la que tuvo que ser retirada en ambulancia de la Copa Mundo en 2018 que le infringió una rotura de ligamento, Mariana decidió hacer un alto en el camino. Fueron 9 meses que tuvo que estar en cama, sin poder caminar y solo andar bajo el amparo de unas muletas. Lejos de echarse a la pena, Mariana supo aprovechar muy bien su tiempo.
Fue un año decisivo que la doble medallista de oro olímpico usó para meterse de cabeza a sus negocios que había dejado a un lado y apostarle a nuevos comienzos. En el 2015, fundó Beyond Gold y Cía, una empresa de artículos, en especial ropa deportiva con mensajes de triunfo. Con una apretada agenda, Miguel Pajón, su hermano y manager, ha tomado las riendas directivas de la empresa. Venden principalmente ropa de bicicross.
Tin Castro, el gran amigo y socio de Pajón, es un deportista olímpico profesional, 6 veces campeón mundial de BMX
En el 2018, Mariana decidió invertir en los gimnasios Powerclub que habían nacido en el 2011 en Medellín gracias a su gran amigo Augistín ‘Tin’ Castro, campeón mundial de bicicross y semifinalista del reality del Desafío de Caracol Televisión. Fue su esposo quien la convenció de que hicieron una sociedad y emprendieran por primera vez como pareja. Hoy, Powerclub tiene cinco sedes en Medellín y Bogotá. Lejos de ser un gimnasio común y corriente, es un centro de acondicionamiento para deportistas y personas que aún no se atreven a cambiar su estilo de vida. Esto fue lo que terminó de convencer a Mariana cuando invirtió en Poweclub, el hecho de poder cambiar vidas desde lo físico y mental, así no hayan hecho deportes antes. La clave para competir ha sido convertirse en un gimnasio funcional, adaptarse a cualquier persona, así sea –o no- deportista-
Mariana Pajón entrena en Poweclub con celebridades como Paulina Vega
Desde que Mariana entró al negocio de los gimnasios, el éxito ha sido aún mayor que cuando su socio Tin Castro estaba por su cuenta. Cali y Bucaramanga les han pedido que abran sedes en otras ciudades y desde ya Mariana planea un futuro promisorio con Powerclub en Centroamérica y Suramérica. El gimnasio cuenta con tres categorías, es funcional, se enfoca en personas que no tienen experiencia deportiva. La segunda es Fitness, que va enfocada en las personas que entrenan entre cuatro y seis veces a la semana, aunque no les interesa competir. Y la tercera categoría es élite dedicado a personas que tienen manejo de técnicas de entrenamiento y buscan entrar a competencias.
La medallista olímpica no solo sacó su vena paisa que sabe bien invertir el dinero que le ha dejado el BMW, su sentido social pesó más. Cuando solo tenía 21 años, creó la fundación Pedaleando por un Sueño, que apoya a niños y jóvenes de todo país. La reina del BMW quiero formar campeones desde pequeños porque, según ella tiene claro, en Colombia el Estado “solo apoyo cuando se es campeón”, nunca durante el proceso, la peor parte. La paisa es consciente de que en Colombia el deportista necesita respaldo para prepararse y salir a competir. Es una fiel creyente de que no solo es responsabilidad del gobierno sino también del sector empresarial. Pajón no solo es la reina del BMW también es una de las 50 mujeres más poderosas de Colombia 2020 según la revista Forbes.
Pedaleando por un sueño es la fundación con la que Mariana le apuesta a los niños y jóvenes colombianos
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