El aplazamiento de los juegos olímpicos de Tokio se sintió bien en la casa del boxeador Ryomei Tanaka. No hubo desilusión, era una oportunidad. No podía haber errores en su intento por alcanzar la gloria olímpica y utilizó los 12 meses adicionales para fortalecerse físicamente. Ryomei no descansó ni un sólo día pues era el honor de familia, pero sobre todo suyo, lo que estaba en juego.
Ryomei, de 27 años, es el hermano mayor de Kosei Tanaka de 24. Su hermano menor tenía apenas 17 años cuando se coronó campeón mundial en peso de mosca tras vencer al indonesio Oscar Raknafa en Nagoya, Japón. A pesar de que ambos escogieron el mismo deporte para brillar, los caminos para cada uno fueron diferentes y los resultados, pusieron al hermano menor en la fama deportiva japonesa varios años antes que al primogénito de la familia, cuyo nombre es permanece desconocido para la mayoría de japoneses.
Desde el 2013, por cada año que Kosei competía, su familia celebraba un nuevo triunfo. El menor de la familia Tanaka acumuló 15 títulos profesionales en los que resultó victorioso enfrentando contrincantes de todo el mundo en su natal Japón.
Y aunque los hermanos Tanaka tomaron caminos separados en cuestión de entrenamientos, después de que se anunció el aplazamiento de los Juegos Olímpicos en marzo, Ryomei pidió unirse a Kosei en su base de entrenamiento en Nagoya, ya que los hermanos buscaban ayudarse mutuamente a mantenerse concentrados durante una crisis que al mundo del deporte a la incertidumbre. Su padre, un reconocido entrenador de boxeo llamado Hitoshi Tanaka, pasó a ser el entrenador de ambos.
Ryomei ganó la selección olímpica a pesar de su eliminación en la primera ronda en los clasificatorios de Asia y Oceanía en marzo del 2020. Los factores decisivos para dicha determinación del comité olímpico japonés quedaron siendo una incertidumbre para muchos de los expertos de boxeo en el país asiático. Y, aunque el joven boxeador no mostraba mayores expectativas para coronar un oro olímpico en el 2020, su padre hizo cambiarle el parecer cuando era un hecho el aplazamiento de los juegos.
"Mis perspectivas de ganar una medalla el próximo año son mucho más altas de lo que hubieran sido (si los juegos se hubieran celebrado) dentro de tres meses", dijo Ryomei en el 2020. La tensión y atención de la familia Tanaka se concentraba en el primogénito ahora más que nunca y él lo sabía.
Tras una exitosa defensa de su cinturón en peso mosca de la Organización Mundial de Boxeo en diciembre, Kosei se había estado preparando para conquistar una cuarta categoría de peso antes de que el coronavirus paralizara el deporte.
El peleador ortodoxo con un ejemplar récord profesional de 15-1 reveló que se sentía "incapaz de mejorar su motivación" después de disolver su campamento. Sin embargo, volver a conectarse con su hermano le dio un enfoque renovado, dijo. Ver el impulso de Ryomei por el éxito olímpico fortaleció la determinación de Kosei de mejorar pero sin el evidente afán que si tiene la carrera de su hermano mayor.
La pelea con Yuberjen Martínez no era más que un paso al honor que Tanaka ha sentido necesario en los últimos años. Aunque en sus palabras jamás se ha referido en dichos términos a su carrera profesional como deportista, la relación con su padre y hermano ha denotado una competitividad estructurada en la cultura japonesa y que puede definir historias y familias.
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