El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y el vicepresidente Germán Vargas, tienen algo en común: aspiran a reemplazar al presidente Juan Manuel Santos una vez termine su segundo periodo en la Casa de Nariño. Por eso se anticipa una disputa entre ambos y el primer golpe ya lo dio el ministro Cárdenas: no aprobó el presupuesto que Vargas Lleras solicitaba para cumplir su meta de 300 mil viviendas gratis y que costarían $13 billones, argumentando que no hay recursos para aumentar el gasto en vivienda. Escuderos de Vargas Lleras como Rodrigo Lara y otros congresistas de Cambio Radical, ya comenzaron a presionar al Cárdenas; le reprochan que él sí aumentó en $3.2 billones el presupuesto para su ministerio, mientras solo aprobó $2.2 billones para vivienda en el 2015. Le reclaman diciéndole que los colombianos votaron por Santos por la paz y por las casas gratis. Vargas Lleras tampoco se ha quedado quieto. En cada micrófono y en cada tarima a la que se sube en sus correrías, les pide a los parlamentarios de la región que le ayuden en la discusión del presupuesto para obtener más recursos que le permitan cumplir sus metas. Sabe que con Cárdenas no la tiene fácil y no quiere tener obstáculos para cumplir con sus ambiciosas promesas que cuestan cerca de $50 billones de pesos en todos los frentes que maneja.
