Alejandro Riaño concibió su personaje de Juanpis Gonzalez para burlarse de la clase social a la que pertenece. Al principio era solo la típica parodia desgatada de siempre, la que hace el rolo promedio sobre el estrato 5, el piso de la pirámide social al que quieren pertenecer. Entonces recalientan lo mismo que han venido haciendo siempre, el humor ese trasnochado que vienen haciendo desde principios de los años 90 cuando ese pionero llamado Guillermo Diaz Salamanca.
Riaño pensaba otro destino para su personaje. Antes de Juanpis Gonzalez y sus entrevistas Riaño creía estar destinado al Youtube, a subir videos pendejos y hasta en cierta manera racistas como el que publicó sobre el encuentro entre bogotanos y costeños.
Y de pronto le sonó la flauta y a pesar de lo que dicen tantas personas él cambió su postura y se convirtió en la imagen contestataria de la izquierda y algunos incluso lo comparan con Garzón. Por favor, Garzón asumía riesgos como encarnar a Heriberto de la Calle, quitarse los dientes y mostrarse como un embolador, incluso los millenials no saben pero al principio, cuando su personaje empezó a salir en CM& muchos creíamos que no era Garzón sino un señor cualquiera que tenía gracia. Esa capacidad de convertirse en otra persona, tan propia de los grandes actores, sería una anécdota si Jaime no hubiera tenido el arrojo, la valentía que terminó pagando al final con su vida.
En cambio Riaño no le hace daño a nadie. Con razón que es íntimo de Azcárate, ¿Cómo no?, ambos pertenecen a la misma clase social, trabajaron juntos y, en el fondo, son lo mismo. Por algo Riaño defiende a Azcárate, una mujer que, independientemente de si su marido esté implicado o no, ella ha hecho de la burla de los defectos físicos de las personas su sello personal, su estilo. Así que no venga a pedir compasión señora que el resto de colombianos no se siente identificada con usted como sucede con su amigo Riaño. Para nada, el resto si estamos felices haciendo leña del árbol caído y si Dios le dejó alguna lección señor, que ésta haya sido tener más compasión por los pobres, los gordos, los negros, los asiáticos, los feos que usted tanto desprecia.