El artista bogotano Carlos Alarcón (1979), maestro en Artes Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana, especializado en Arquitectura Efímera en la Universidad Politécnica de Cataluña, inaugura este primero de agosto su exposición titulada “Ante la Nada” de su serie “Angustias”, pinturas de gran formato en diferentes técnicas que estudian a partir del retrato un estado inerente del ser humano.
Su obra que ya tiene una trayectoria de mas de una década, ha sido presentada en exposiciones individuales en diferentes espacios como en Galeria Arte Consultores, en la Sala de exposiciones Convenio Andres Bello, en el Centro Cultural de la Universidad de Salamanca. en Fhara Galería y en la Galería Atena.
Alarcón ha participado en mas de treinta exposiciones colectivas, en diferentes escenarios entre los cuales se encuentran: Museo de Arte Moderno de Bogotá, el Museo de Arte del Banco de la Republica, Museo de Arte Conteporaneo, La Bienal de La Habana, ARTBO, Arte Americas, MIA, Odeón feria de Arte Contemporaneo, Beatris Esguerra Arte, Alonso Arte Galería, Galeria La Cometa, Galeria Baobab, la Julia Karp Gallery de Barcelona, el Wang Center de Nueva York, la universidad Politecnica de Valencia y el BID en Washington, entre muchas otras.
En su obra, las pinturas de casacas, fusilamientos y personajes angustiados, cuestionan los valores impuestos por la sociedad moderna, donde el absurdo de la desaparición, de la mutilación y el olvido son los protagonistas.
“Ante la Nada” de la serie “Angustias” propone en un primer plano “el personaje” enmarcado en un entorno limpio que lo otorga el fondo blanco, inmaculado y nítido, en donde cada pieza funciona como una ventana a través de la cual no se pretende narrar una historia de una persona sino que, por el contrario, el espectador participa de una experiencia individual.
El gesto íntimo de la angustia se ve reflejado en el camuflado olvido colectivo en el cual, la rutina y la cotidianidad aparecen como paliativo a los dolores propios y ajenos, así que a su vez resultan en una negación del abismo interno propio de la existencia del ser humano.