La chispa se prendió en San Antonio de los Baños, una pequeña población de la provincia de Artemisa situada a unos 25 kilómetros de La Habana.
Miles de cubanos se tomaron las calles de algunas ciudades este domingo para protestar contra el Gobierno por su respuesta a la pandemia del Covid-19 y lo que consideran negligencia de las autoridades. Los manifestantes denunciaron actos de represión por parte de la Policía y cortes al servicio de internet. El presidente del país, Miguel Díaz-Canel, convocó a sus partidarios a manifestarse en una contra respuesta.
Tensión en las calles de varias ciudades cubanas. Al grito de "libertad", "¡abajo la dictadura!", "patria y vida" y "no tenemos miedo", miles de ciudadanos salieron a protestar contra el Gobierno de Miguel Díaz-Canel en una de las mayores manifestaciones de las que se tiene registro hasta la fecha en el país.
El descontento de los manifestantes, con una cotidianidad ya afectada por limitaciones económicas y sociales, estalló debido a la degradación de la emergencia sanitaria en el país por el Covid-19, lo que ha empeorado la escasez de alimentos y los altos precios.
Las inusuales movilizaciones detonaron en el municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, fronteriza con La Habana. Videos en redes sociales mostraron a cientos de residentes coreando consignas antigubernamentales y exigiendo el cumplimiento de varias demandas, desde vacunas contra el virus hasta el fin de los apagones diarios.
Las voces de descontento se extendieron y miles de personas se congregaron en el centro de La Habana y en partes del paseo marítimo de la ciudad para protestar, en medio de una fuerte presencia policial. Allí se registraron algunas riñas y arrestos, según testigos.
“Estamos hartos de las colas, la escasez. Por eso estoy aquí ", dijo un manifestante de mediana edad que prefirió no identificarse por temor a ser arrestado.
Las movilizaciones también se extendieron a Palma Soriano, Santiago de Cuba, en el este del país, donde cientos más marcharon por las calles.
“Están protestando por la crisis, porque no hay comida ni medicinas, hay que comprar todo en las tiendas de divisas, y sigue y sigue la lista”, aseguró Claudia Pérez, una residente de la ciudad.
Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, fuertemente golpeada por un resurgimiento de contagios del nuevo coronavirus y las consecuencias financieras de las sanciones impuestas por el anterior Gobierno de Estados Unidos, bajo el mando de Donald Trump, que tampoco han sido retiradas por la nueva Administración de Joe Biden.
Según denuncias de testigos, en varias ciudades se registraron arrestos y violencia policial. En La Habana se observaron jeeps de las fuerzas especiales, con ametralladoras montadas en la parte trasera, mientras el presidente Díaz-Canel llamó a sus simpatizantes a hacer frente a las “provocaciones”.
Los uniformados lanzaron gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la multitud y algunos residentes aplaudían a los manifestantes desde los balcones de sus casas. Otros se unieron a las marchas.
Además, las autoridades cubanas cortaron el servicio de internet, lo que frustró el intento de decenas de personas de transmitir las manifestaciones en vivo, a través de sus teléfonos móviles.
A medida que las protestas pacíficas avanzaron por el país, el mandatario cubano emitió una alocución especial en televisión, en la que convocó a sus simpatizantes a salir a las calles en una especie de contra protesta.
"La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios (…) Hacemos un llamado a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles dondequiera que haya un esfuerzo para producir estas provocaciones", exhortó Miguel Díaz-Canel, durante una aparición especial en televisión.
Grupos de seguidores del Gobierno llegaron al centro de la capital gritando consignas a favor del fallecido presidente Fidel Castro y la revolución. Algunos de ellos agredieron a un camarógrafo y a un fotógrafo de AP, informó la agencia de noticias estadounidense.
El jefe de Estado cubano aseguró que muchos manifestantes eran sinceros en sus demandas, pero que han sido manipulados por campañas en las redes sociales orquestadas por Estados Unidos y "mercenarios" en el terreno. Advirtió que no toleraría más "provocaciones".
Díaz-Canel hizo especial énfasis en la campaña virtual de los últimos días, en la que usuarios de distintos países y diversos cantantes latinoamericanos piden un corredor humanitario, para llevar alimentos, medicinas y otros elementos necesarios en medio de la crisis sanitaria.
“Como si los brotes pandémicos no hubieran existido en todo el mundo, la mafia cubanoamericana, pagando muy bien en las redes sociales a influencers y youtubers, ha creado toda una campaña y ha convocado manifestaciones en todo el país”, dijo el jefe de Estado.
El mandatario volvió a reconocer que su país atraviesa por una situación “muy compleja” por la pandemia. Sin embargo, volvió a rechazar un corredor humanitario.
El sábado lo señaló como la manipulación de una vía que solo se usa en el marco de “conflictos armados y graves violaciones del derecho internacional, que para nada y de ninguna manera tiene que ver con lo que está sucediendo hoy en nuestro país", por lo que instó a utilizar las canales oficiales del Gobierno para entregar cualquier ayuda.
"No vamos a permitir que nadie defienda un plan anexionista", tampoco "entregaremos la soberanía, ni la libertad" y para ello "estamos dispuestos a dar la vida", ratificó este domingo.
Entretanto, el Departamento de Estado de EE. UU. defendió las protestas ciudadanas a las que se refirió como el "derecho" de los cubanos de manifestarse de forma "pacífica".
"Protestas pacíficas están creciendo en Cuba a medida que el pueblo cubano ejercita su derecho a la reunión pacífica para expresar preocupación sobre el alza de los casos y muertes de covid-19 y la escasez de medicinas", indicó Julie Chung, subsecretaria de Estado interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, a través de su cuenta de Twitter.
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