Patricia Teherán ha sido una de las pocas mujeres en Colombia que se atrevió a desafiar al vallenato, un genero que históricamente era dominado por hombres. Con escasos 18 años y un talento innato, la cartagenera decidió sobresalir en un entorno machista. Graciela Ceballos fue quien la invitó a formar parte de la agrupación Las Musas del Vallenato (1988) que luego pasaría a conocerse como Las Diosas del Vallenato siendo Con aroma de mujer (1994) su álbum más exitoso. No pasó mucho para que su voz, llevará lejos a Patricia quien compartió tarima con leyendas de la talla de Diomedes Díaz. Canciones de su autoría como Dueño de mi pasión, Tarde lo conocí, Me dejaste sin nada la catapultarían en el éxito.
Su fama duraría poco pero su esencia es recordado a casi 30 años de su muerte. En 1995, Patricia -de 25 años- perdería la vida en un trágico accidente de tránsito luego de que se estallara una llanta en el vehículo en el que se desplazaba de Barranquilla a Cartagena. Murió junto a su mánager, Tayron Renals, y jefe de prensa Guillermo Pertuz. Teherán sigue siendo un referente musical una de las voces más recordadas del vallenato. Dejó a su hijo Alexánder que para aquel entonces solo tenía un año de edad. Crecer sin su madre fue difícil, sus abuelos maternos fueron los responsables de su crianza.
Las memorias de Álex junto a su madre son los recuerdos que le han contado su familia y amigos de la artista. Álex es DJ pero el pasado viernes lanzó su primera canción como solista El malo soy yo una mezcla de pop y vallenato. Sin embargo, carece del talento de su madre y sus seguidores se lo hicieron saber con comentarios como este: “Amamos a tu mamá pero no sacaste el talento de ella; Dios mío esto qué es; Porque mejor no se dedica a ser influencer; esto no es lo tuyo”.
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