Primero que todo, manifestar explícitamente que este escrito es en su totalidad una opinión. Con esto claro, quisiera expresar lo siguiente:
La realidad colombiana es nefasta, no solo en lo referente a los crímenes cometidos durante los más de dos meses que llevan las manifestaciones, sino en la totalidad de su historia, y creo que esto tiene mucho que ver con la ideología conservadora, católica y terca que se apega innecesariamente al pasado, al individuo y a la creencia ciega en la bienaventuranza. Es decir, el colombiano tiende a rechazar el cambio por miedo a perder una estabilidad totalmente ilusoria, basada más es ideas que en hechos.
Así pues, apostando por la necesidad de aceptación del cambio, quisiera proponer algunas vías por las cuales optaría yo estando en un cargo político importante:
1. Legalización o discusión seria sobre el uso y consumo recreativo, medicinal, educativo y religioso de sustancias psicoactivas (marihuana, lsd, cocaína, éxtasis, alcohol...). Esto con el propósito de solucionar la gran cantidad de problemáticas sociales asociadas (mafias, robos, drogadicción, violencia, locura), además de aprovechar los recursos económicos que dicho mercado puede aportar para materia de salud, educación y vivienda.
2. Reconocer a todas las instituciones religiosas como empresas independientes, las cuales deben pagar impuestos en virtud de su tamaño, influencia y actividades. (Esto implica separar tajantemente al Estado como regulador político de cualquier ideología religiosa).
3. Reducir la compleja burocracia de procesos judiciales, académicos, políticos y de salud, pues en general esta solo confunde y cansa al ciudadano. Esto pudiese hacerse empleando la amplia gama de posibilidades que ofrecen tecnologías altamente confiables y utilizadas como el internet.
4. Dar prioridad a las problemáticas en tanto impacto político y social. Es decir, por ejemplo, que si en varias ciudades importantes hay manifestaciones constantes, atender primero dichos disgustos (a través del diálogo) antes que eventos de tipo deportivo o festivo.
5. Utilizar una única entidad jurídica independiente del Estado para judicializar todo tipo de crímenes, incluyendo militares y políticos.
Las anteriores son solo algunas de las tantas ideas que se pueden convertir en actos. Sé que varias son polémicas y que las implicaciones de estas pueden debatirse con mayor detalle, desde diferentes puntos de vista. Aun así, reitero el énfasis en el cambio como protagonista de la realidad conjunta de esta nación.
Por mi parte, acepto que debo leer, pensar y escribir más, es decir, debo seguir cambiando, solo espero no seguir haciéndolo solo. Muchas gracias.
