Cogerse la mano o darse un beso en publico entre personas del mismo sexo puede ser una sentencia de muerte en diferentes países del mundo, sobretodo los musulmanes. En muchos de estos, la ley de la Sharia rige fuerte y estipula penas entre la castración química hasta el ahorcamiento en público para personas capaces de romper los acuerdos.
En Colombia, a pesar de ser un Estado de Derecho con todas las libertades garantizadas para la comunidad LGBTI, al menos en las letras, la violencia en contra de esta comunidad preocupa: al menos 75 colombianos de la comunidad LGBTI fueron asesinados en el 2020 solo por su orientación sexual y otras 448 personas fueron víctimas de violencia por la misma razón.
La homosexualidad es interpretada como un delito en más de la mitad de los países que hay en el mundo e, incluso, hay varios Estados que mantienen y defienden la pena de muerte como castigo a este “problema”.
Estos son los países:
SUDAN: En Sudan el homosexualismo es ilegal desde 1899. A la tercera ofensa se dictamina la pena de muerte.
MAURITANIA: Este país africano ilegalizó el homosexualismo desde 1983. A la primera ofensa se puede condenar a pena de muerte por lapidación.
NIGERIA: En la política federal nigeriana la homosexualidad es ilegal desde 1901. La ley castiga con 14 años de cárcel a quien se involucre en practicas homosexuales. Sin embargo, en 11 estados del país se dictamina la pena de muerte.
SOMALIA: El gobierno de Somalia, al igual que el de Somaliland (territorio y gobierno separado, pero no reconocido a nivel internacional) mantienen una política de cero tolerancia a la homosexualidad desde el año 1962. A la primera ofensa, se dictamina pena de muerte.
AFGANISTÁN: El gobierno afgano heredó la tendencia talibán de castigar con la muerte a los homosexuales. Aunque no se conocen ejecuciones por este delito en los últimos años, la ley mantiene estas políticas intactas y en la practica a los homosexuales se les dictaminan larguísimas sentencias de prisión.
IRÁN: El gobierno iraní mantiene una política punitiva realmente desproporcionada. Sobre todo, cuando se trata de temas sexuales. En este país, los castigos para la homosexualidad es la muerte por colgamiento para los adultos y 74 latigazos en la espalda (más un tiempo de cárcel) cuando se trata de niños. Hay registros de ejecuciones a niños por su orientación sexual.
QATAR: En la ley de Qatar es posible ser ejecutado por homosexual. La pena de muerte está explícitamente mencionada para casos de homosexuales que reincidan por tercera vez en sus actos sexuales prohibidos. Exageradas multas y/o 7 años de cárcel son los castigos para las primeras ofensas.
ARABIA SAUDITA: El gobierno saudí es infame con los homosexuales. Por este delito todo es posible. Desde sentencias de años en la cárcel, como latigazos, tortura, castración física y química, hasta pena de muerte por decapitación.
YEMEN: el gobierno de Yemen tiene políticas muy fuertes en contra de los actos homosexuales. Los hombres solteros que se vean envueltos en prácticas homosexuales serán castigados con 100 latigazos y un año de cárcel. Aquellos que estén casados y practiquen sexo homosexual serán ejecutados por lapidación.
BRUNEI: Este pequeño, pero millonario sultanato no acepta de ninguna manera la homosexualidad. Aquellos que sean aprehendidos por este delito tendrán que pagar mínimo 10 años de cárcel si tienen suerte. Aquellos que no la tengan serán ejecutados por lapidación.
Estos países son muy diferentes uno del otro. Sin embargo, tienen algo en común: el islam. La Sharía, ley tradicional religiosa islámica tiene una particular afición de rechazo hacia la homosexualidad. Estos gobiernos comparten una herencia religiosa que se ha reflejado y heredado, de una forma u otra, en las construcciones políticas de cada uno de estos países y que se mantiene viva hasta el día de hoy.