Después de ganar la etapa del pasado domingo 16 de mayo, Egan Bernal lloró en la meta. Se había vestido de Rosa, la camiseta por la que vino, pero parecía un corredor que necesitaba demostrar su calidad. Parecía que nunca hubiera ganado un Tour de Francia. Es que, después de todo lo que se dijo cuando el dolor de espalda terminó por arruinarle la defensa del Tour, incluso hubo campeones de la competición como Andy Schleck quien afirmó que Egan se había ganado el Tour de chiripa.
En el 2021 el gran reto que se propuso Egan Bernal fue ganar el Giro. Sin haber entrado en su terreno favorito, los grandes picos de montaña de más de 2.000 metros de altura, y pasando por la mitad de la competición el de la Zipaquirá está suelto, ya ganó una etapa y, en la etapa 11, volvió a atacar con esta propiedad que se ve en estas imágenes:
Egan, si no tiene inconvenientes físicos o no le sobreviene una caída, ganará con comodidad el Giro y entrará, con solo 24 años, a ese selecto grupo de ganadores de las dos vueltas más prestigiosas del mundo. Nairo, quien fue su ídolo, nunca pudo estar a su nivel por una simple razón: su peso y estatura hacían imposible que pudiera en etapas contarreloj llanas, con el viento azotándolo de frente. Antes ha sido un ciclista lo suficientemente inteligente como para sobrellevar cortes, abanicos, algo que ha afectado a corredores parecidos a él como Luis Herrera, el primero de los escarabajos en ganar una gran vuelta, la de España en 1987. Lucho en etapas planas podría perder minutadas.
Santiago Botero, por contextura, era un ciclista europeo. Iba bien en la contrarreloj -fue campeón del mundo en el 2002- y también en la Montaña -obtuvo la camiseta de puntos un año antes- pero siempre estuvo a la sombra de sus compañeros de equipo. Cochise Rodríguez es tal vez el corredor más completo que hayamos tenido. El férmur largo, espigado, un ciclista europeo y moderno en un país de gente pequeña. Si hubiera llegado con menos de 30 años a correr en el Viejo Continente hubiera tenido el éxito de Egan. Los logros de Cochise parecen pequeños ahora pero no hay que olvidar que antes que él ningún deportista colombiano había sido campeón del mundo.
Las comparaciones son odiosas, pero Egan, a sus 24 años, y con un cuerpo privilegiado, promete no apagarse tan rápido como lo hizo Nairo.
