Que en un hogar falte el padre es una situación dolorosa y difícil, pero que falte la mamá es una verdadera tragedia. El hogar se convierte en un barco a la deriva y las consecuencias sociales, económicas y fundamentalmente afectivas para el resto de la familia son mayúsculas.
La Mamá lo es todo, es cariño, afecto, soporte, influencia, sabiduría, alimentación, solidaridad. Se ha establecido, que en los hogares donde falta la madre hay 3 veces más posibilidades de que los hijos menores de 5 años sean desnutridos, con mayor predisposición a enfermedades infecto contagiosas y con dificultades motrices y de aprendizaje. Cuando ella falta, todo se entorpece, las familias suelen disgregarse y los hijos previos suelen ser una carga que se traslada de lado a lado
La muerte materna, que es la muerte de la mujer durante el embarazo, el parto o en los días inmediatos al nacimiento, advierte un problema estructural en la atención de un momento especial como lo es el embarazo y el parto; desnuda una crisis social y de organización de servicios de educación y salud. Por ello, la tasa de mortalidad materna se toma como uno de los indicadores sociales más sensibles para observar la calidad de vida en una sociedad.
En 1990 Colombia comprometió esfuerzos interinstitucionales para reducir en un 75% las muertes maternas, es el Quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio a cumplirse en el 2015, a unos meses de evaluarlo y aunque se ha reducido el número de muertes maternas de la década de los 90 a la fecha, Colombia hoy presenta más de una muerte materna diaria, situación agravada porque en promedio 2.6 niños quedan en orfandad.
En un 90% las muertes maternas son evitables, conocemos muy bien las estrategias y actividades a desarrollar para que una mujer embarazada no muera. El acceso oportuno a la atención prenatal con identificación e intervención de los factores de riesgo, la atención con profesional durante el parto y el apoyo de TODOS en las primeras semanas posteriores al mismo, es fundamental. Estas como muchas otras tareas, deben estar en el orden del día de todo operador público y la tarea de reducir la mortalidad materna debe ser mucho más que una estadística en un plan de desarrollo, sin embargo entidades bajo la tutela del estado como CAPRECOM y SALUDCOOP, parecen no conocer las estrategias y políticas ya comprobadas para la protección de la mujer en el momento más bello de su vida, cuando se tiene una vida dentro de la vida, ambas instituciones concentran el 19% de las muertes maternas ocurridas en Colombia.
Reorganizar la red de servicios pública, establecer acuerdos con las entidades promotoras de salud e involucrar a la sociedad en su conjunto para sensibilizarla frente al tema, nos permitiría a los Colombianos reducir el elevado número de muertes maternas que en lo que llevamos del año ya suman 290 muertes, cifra menor a la realidad dado que se reconoce que entre un 17 y 23% de los casos no son notificados.
Cabe establecer sanciones ejemplares para toda entidad que no atienda con Enfoque de Derecho Humano a toda mujer embarazada. Los Derechos a la Vida, a la Salud Sexual y Reproductiva, a la Equidad y Género, a la Justicia, a la Información, a la Seguridad Social, jamás deben ser vulnerados, toda EPS, Clínica u Hospital donde mueran mujeres embarazadas por causas prevenibles y evitables, se le debe restringir el funcionamiento. La comunidad en general necesita conocer la importancia y cuidados que le corresponden a una gestante, información que debe estar en el imaginario de todos.
La sociedad que PODEMOS no debe abstraerse de temas tan sensibles, asumir los retos es lo único que nos puede hacer grandes como Colombianos.