Soy mestizo, todos los somos, la ciencia dice que todos los seres humanos compartimos el 99.9% de nuestra información genética.
Mi mestizaje se ve a leguas y puedo decir que el gen indígena es predominante, hoy lo digo con orgullo, hasta hace un tiempo lo negaba.
Estudié en un colegio de clase media-alta, gente de bien, donde en su mayoría el gen predominante era el blanco; esos colegios donde "indio" es un insulto y tener su biotipo una condena al bullying y al menosprecio. Cada tarde que llegaba a mi casa me quería sacar la sangre y renacer como un "ario" de esos que tanto me molestaban.
Solo años después de terapia y un reencuentro y reconocimiento de mis raíces, fui capaz de superar el trauma de ser mestizo en un país de mestizos que desprecian sus raíces. Al negar la raza me negaba a mí mismo, por eso vivía en conflicto interno y, claro, lo exteriorizaba, vivía peleando con el mundo.
Reconciliarse con la raza y con el origen es reconciliarse consigo mismo, es abrazar a tus ancestros y todas sus razas. No niegues ninguna raza, porque todas habitan dentro de ti. Mientras no las abraces, seguirás en conflicto, queriendo matar algo que llevas dentro, no solo en tu sangre y en tus genes, sino en todo tu ser.