Los ojos del mundo están puestos en el heroísmo de la juventud caleña. Desde diversas partes del planeta personalidades de la política, famosos artistas y, en especial la Comunidad Internacional ha expresado su solidaridad con la capital del Valle. En realidad hoy por hoy la considero la capital de Colombia en su valor patrio, en su sentido de pertenencia por nuestro país maltratado por los corruptos y criminales de cuello blanco. Solo los miopes, cómplices y lame botas del actual gobierno homicida no comprenderán mis palabras.
En el pasado fue Cartagena, la heroica, sitiada por el yugo español. En estos momentos Cali nos da cátedra de dignidad. El soberano es el Pueblo y el Pueblo se respeta. El genocida y sus secuaces le han dado a la policía la orden de usar las armas contra nuestra hermosa juventud, y los caleños conservan su firmeza. El tirano ha pretendido humillarlos exhibiendo por sus calles un ridículo y obsoleto, pero letal aparato militar. Sin embargo, hay que demostrarle a los cobardes que el heroísmo y la dignidad nadie los enseña. Son valores divinos que se llevan en el pecho como estandartes de una verdadera humanidad.
La Unión Europea, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, la ONU y defensores de derechos humanos de diversos lugares del mundo han salido en defensa de los manifestantes que han sido atropellados y masacrados por esa cosa inmunda y oscura en que se convirtió el uribismo. Cuando un genocida innombrable convierte a nuestros policías en sicarios y azuza al Ejército para que use las armas en contra del pueblo, ese tirano y sus cómplices y sus asesinos han perdido toda autoridad moral.
La legalidad hace mucho tiempo la perdieron. Porque tengo conocimiento de lo que voy a escribir lo hago público: así como un tribunal de justicia internacional condenó a los nazis y ejecutó a los adoradores de ese demonio denominado Hitler, en poco tiempo la justicia internacional detendrá a Uribe y a los principales cómplices del actual régimen que se dejó contaminar de narcotráfico, paramilitarismo y de la peor corrupción que haya conocido el género humano. Tengan paciencia, la justicia a veces tarda un poco, pero llega porque llega. Ánimo, caleños, que su lucha cívica y legal no se deje enlodar por los facinerosos oportunistas, ni por el terrorismo de extrema izquierda. La vía es la resistencia pacífica, el camino es la protesta en el marco de la ley. Porque la luz no puede ser tocada por la oscuridad… la oscuridad nunca ha derrotado a la luz.
Posdata. Juro con energía y determinación inquebrantable que en un tiempo no muy lejano cada 28 de abril se celebrará una fiesta patria en homenaje a los héroes de Cali. Cali dicen que es la sucursal del cielo… pero hoy por hoy la considero la capital de Colombia. La tierra de la dignidad.