Vandalismo es saquear a la nación con actos de corrupción tan clamorosos como Hidruituango, como los del Puente de Chirajará, como el caso Odebrecht. Las pérdidas que dejaron los saqueos son mínimas, empalidecen al lado de los que tenemos que soportar de una sucesión de gobiernos que no han hecho nada para contenerlo. Por eso, a pesar de estar en un tercer pico de la pandemia, la gente salió emberracada a las calles a gritar su desilusión.
Las grandes figuras del deporte fueron incapaces de apoyar directamente el paro. Nairo incluso expresó no estar de acuerdo con la protesta, así se echara para atrás después, y James dio un mensaje ambiguo. El que si no tuvo empacho en criticar los excesos, en ponerse de acuerdo con el poderoso y señalar al manifestante fue Juanfer Quintero, quien desde que está en China parece más un cantante de reggetón que un futbolista y cuyo pase, tasado en River Plata en 15 millones hace un año, ahora sólo vale la mitad.
En un mensaje el exídolo de la selección dijo: Esto es inaceptable. Mi Colombia (caritas llorando)", y después puso una imágen de los saqueos, que, aunque hubo, no fueron lo más importante en una jornada en donde en Bogotá el orden fue lo que predominó. Una lástima que nuestros futbolistas siempre estén, como Shakira y Maluma, de espaldas al pueblo.