Con la declaratoria de la alerta roja en Bogotá por la pandemia, empezaron a regir nuevas medidas para reducir el contagio. El decreto 157 de 2021 decreta algunas nuevas medidas como la suspensión de clases presenciales, venta de licor solo a domicilio y la prohibición de actividades deportivas. Esta última afecta a los partidos de la Liga Betplay y torneos internacionales que juegan Millonarios, Santa Fe y La Equidad.
Los tres equipos siguen jugando liga y además, tanto Santa Fe como La Equidad juegan esta misma semana como locales por Libertadores y Sudamericana. Por el nuevo decreto de Claudia López tienen que correr a buscar estadio en dos días, como si el cierre del Campín y Techo fuera la solución contra la pandemia.
Para muchos, la medida de sacar a los equipos de la capital no aporta en nada a la disminución de casos de COVID-19. En primer lugar porque no hay público presente en los estadios, con lo que en ningún momento la salud de los hinchas se pone en riesgo dentro de los recintos deportivos.
Si el cierre de los estadios obedece a evitar las aglomeraciones en la ciudad, es una medida ineficiente si no se acompaña de, por ejemplo, toques de queda a la hora de los partidos. No importa si los equipos se van hasta Zipaquirá a jugar por fuera de Cundinamarca, sus hinchas llegarán y se aglomerarán allá donde jueguen.
Se puede tomar como ejemplo el partido de América contra Cerro Porteño en Bucaramanga. Siendo a más de 500 kilómetros de distancia de Cali, la distancia no fue impedimento para causar aglomeraciones en la capital santandereana. Sumado a lo anterior, los equipos viven en una constante burbuja donde se hacen pruebas de COVID-19 periódicamente. Esto con la intención de aislar posibles casos positivos lo más rápido posible.
La alcaldía pone el ojo en la realización de actividades deportivas, específicamente el fútbol profesional. Sin embargo, desatiende otras actividades más riesgosas como aglomeraciones en transporte público y establecimientos de salud.
Si la preocupación realmente fuera el fútbol, se buscaría la forma de suspender la liga en vez de enviar los equipos a otras ciudades, porque el problema se mantiene aunque en otro lugar. Para atacar las aglomeraciones que causa el fútbol profesional sin suspenderlo, sería más útil decretar restricciones de movilidad, ley seca y si quieren, prohibición de camisetas alusivas a equipos. Estas permitirían el desarrollo de partidos en la ciudad sin mayores alteraciones para la competencia y aumento en los contagiados por COVD-19.
Vea también:
