La democracia perfecta es aquella en donde todas las personas son partícipes de la realidad social que los atañe, pero ¿todas las personas pueden estar en cargos políticos? De acuerdo con platón no. Hay personas que tienen el alma racional y nacieron para poder gobernar, mientras que el resto debe ocuparse de otras acciones como defender la nación y generar productividad. Ahora bien, a lo largo de los últimos tres años a nivel mundial se han presenciado una ola de protestas similares a las ocurridas hace una década con la llamada “primavera árabe”, la cual generó grandes cambios estructurales en los gobiernos del África del norte y el medio oriente. ¿Qué está sucediendo en la sociedad actual y, en especial Colombia, para que se esté presentando gigantes movimientos sociales?
Para comenzar, hay que delimitar cuáles actores se han visto involucrados en estas protestas pasadas y en donde se han realizado. Sin duda alguna, uno de los primeros países en donde las personas salieron masivamente a las calles en contra del Estado o alguna política fue en chile en el año de 2019 por una serie de alzas en los precios del transporte público de la capital del país. Posteriormente, países como Colombia, Ecuador, Bolivia, Francia, Hong Kong, EE. UU., Venezuela, Perú, Myanmar, Turquía, Bielorrusia, Irán, Líbano, Indonesia, entre otras. En su generalidad, el descontento social viene producido por políticas estatales que van en detrimento de las personas más desfavorecidas o, por otro lado, el poder político el cual es base fundamental para el funcionamiento del Estado se ha visto corrompido, permeado o coartado por parte de unas pocas personas en pro de sus propios intereses trasgrediendo la democracia participativa.
Ahora bien, aunque los resultados en muchos de los países nombrados anteriormente fueron positivos como frenar aquellas políticas negativas —como en Chile y Ecuador— o, incluso, generar la renuncia de políticos corruptos —lo ocurrido en Bolivia—, abusadores e incompetentes, en otros países como Myanmar y Bielorrusia, el Estado ha sido lo suficientemente capaz de reprimir a los manifestantes, alcanzando a violar los derechos humanos en actos crueles y denigrantes, deja dos preguntas fundamentales: ¿el Estado está incumpliendo su rol social?, ¿Qué factores han generado el impulsar masivo de las personas a las calles?
Aristóteles afirmaba que el Estado es esa entidad que permite la realización del ser humano en la sociedad, entiendo que este no es auto subsistente y al ser un ser social y político, necesita de las demás personas para vivir. Asimismo, pensadores influyentes a lo largo de la historia de la humanidad como Simón Bolívar o Jacob Rousseau han recalcado que el Estado debe servir a la comunidad, puesto que esta última es la que lo crea como es el caso del contrato social. Empero en los últimos años este ideal de Estado se ha visto tachado por la corrupción, desigualdad, injusticias y atropellos a los derechos humanos, lo cual si bien es sabido que siempre ha existido en la base de Maquiavelo en donde el ser humano es malo y perverso por naturaleza, en países como Venezuela o Myanmar se ha pasado de estar en una inestable democracia a vivir en una tiranía violatoria de los principios mínimos de un Estado social de derecho.
No obstante, hay un factor disruptivo que potencia el masivo despertar de las distintas sociedades a nivel mundial: la globalización. Desde la llegada de las tecnologías de la información y la comunicación, poder transmitir una idea o una opinión —como lo hago en este instante— se ha vuelto más fácil que un siglo anterior en donde los medios eran más demorados y no llegaba el impacto deseado. Además, la conciencia social que hace sentirme parte de una sociedad en colectivo se ha visto permeado por la educación y enseñanza que el internet ha generado en las personas, sumado a que se hacen más latentes problemas que le competen al mundo y hace mover a las personas en su entorno por una solución.
Esto último tiene gran concordancia con aquella alegoría de la caverna explicada por platón en su magistral obra la república, en donde un peón se logra liberar de sus cadenas —con la llegada de la globalización— y conoce la verdadera luz de la vida —la educación, verdad, conocimiento puro, democracia—, sin embargo, está en constante amenaza por aquellos títeres —el Estado y los políticos corruptos— que buscan seguir manipulando a los peones encerrados en la caverna —personas de la sociedad—, por lo cual este peón ha ido a donde los demás y ha ido liberando un por uno, hasta generar un número significativo de personas dispuestas a quitar los títeres de su lugar y dejar que la luz se transmita tal como es en su acepción natural.
Es por eso que la sociedad colombiana se piensa manifestar este 28 de abril contra una serie de medidas estatales inmorales en el contexto actual de crisis económica, sanitaria y social. ¿Es esta la oportunidad de la sociedad para quitar a estos títeres? El descontento social está, la aprobación de muchas personas también, la intención de un cambio también, así que se puede afirmar que este puede ser el momento del despertar de Colombia, pasando de la caverna al verdadero mundo, lleno de luz.
Mientras esto sucede se puede afirmar que los movimientos sociales del siglo XXI están blindados por las redes sociales masivas, las cuales harán más difícil que un Estado quiera cometer alguna injusticia y pasarla de manera desapercibida en su población, siendo así una posible luz para alcanzar en el mundo un ideal de democracia en donde todos y todas las personas vivan en unas condiciones más justas y equitativas.
