Ayer, 5 de Julio 2013 , viví un momento de gracia singular! En la cárcel de alta seguridad de Cúcuta, la Fundación para la Reconciliación facilitó un encuentro entre 84 prisioneros de los Mandos Medios de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que quisieron pedirle perdón a 110 Víctimas directas del sangriento período de violencia que se vivió en la región. Estaban presentes en el acto El Procurador Departamental, la Magistrada de la Corte, el Señor Obispo Vidal, abogados y autoridades varias de la región. Presente estaba también Jorge Iván Laverde, El Iguano, Comandante del Frente Frontera. Virtualmente por internet (desde una cárcel en USA) y en pantalla estaba Mancuso, el jefe máximo de las AUC de ese entonces. Presidí una ceremonia de cerca de 2 horas en la que los victimarios no solamente reconocieron el dolor de las víctimas o sus sobrevivientes, sino sobre todo reconocieron sus crimenes e imploraron perdón. Cuando sugerí si alguna de las víctimas quería decir alguna palabra, subió Marleny al escenario junto con su hijo de 12 años. Tomó el micrófono y con un coraje sin igual le pidió al Iguano que subiera al escenario a acompañarla. Ella lo tomó del brazo y le dijo: “ hace 10 años Usted asesinó a mi esposo y dejaste a este niño huérfano cuando apenas tenía 2 años”.
El Iguano asintió con su cabeza, no pudo ni siquiera mirarla y de vergüenza se quedó agachado después de exhalar un profundo lamento. Marleny continuo diciendo: “pero yo te perdono”. El Iguano se tapó su cara con las manos mientras refregaba fuertemente las lagrimas de sus ojos con los dedos. El momento era electrizante. Todos los participantes explotaron en un aplauso ensordecedor. Luego Daniel, el hijo de Marleny, hoy ya 13 años le tomó el otro brazo al Iguano, y le dijo: y yo también te perdono! Todos se pusieron de pié y presenciaron la obra de arte más hermosa del mundo: 3 personas –no ya víctimas, ni victimarios sino victoriosos- abrazadas y convertidas en una sola! Por 3 minutos o algo más se prolongaron los aplausos… y fue tan fuerte la vibración y la energía del momento que todas las víctimas y victimarios comenzaron a buscarse y abrazarse mientras claramente se podían escuchar decenas de yo también te perdono! Siguieron cantos, poesías, discursos… y finalmente, los Victimarios sorprendieron a las Víctimas con decenas de regalos que ellos habían preparado con sus propias manos (sandalias, bolsos, tejidos, cadenas, aretes y artesanías varias).
Todos experimentamos por momentos que otra Colombia… y otro mundo es posible