Frente a las actuaciones de este gobierno toca repetir con frecuencia esa frase que todos los hijos odian escuchar permanentemente de sus padres: se lo dije. Y sí. Ya se sabía que esta nueva misión de expertos extranjeros sobre temas tributarios iba a enfrentarse a lo mismo. Poco o ningún caso les iba a hacer un gobierno que tiene unas premisas inamovibles y que simplemente le toma el pelo al país y sencillamente hace lo que le parece.
En un informe serio, bien elaborado, este grupo de reconocidos economistas en temas tributarios en todos los tonos le dijo al gobierno que el sistema tributario era inequitativo, injusto y no cumplía con requisitos de equidad vertical y horizontal. Que los sectores de los más altos ingresos del país tenían tasas impositivas que decrecían entre mayores eran sus ingresos y que por consiguiente se requería mucha más equidad en el sistema. Como si le hubiesen hablado a la pared.
Otro de los temas contundentes tenía que ver con grabar impuestos a productos que afectaran los ingresos de los sectores más pobres del país. Refiriéndose obviamente al IVA a los alimentos insistieron estos expertos en que antes de poner esos impuestos regresivos, era necesario que estuvieran funcionando los esquemas de compensación precisamente para estos sectores afectados por este tipo de tributos. De nuevo como si le hubieran hablado a la pared. También señalaron que era importante ponerles impuestos a los alimentos azucarados para contribuir a la salud de la población. Nada de nada.
Se sabía y se dijo en su momento, primero que este es un gobierno prorrico así haya decidido disfrazarse de solidario llamando a la reforma de impuestos "La Gran Transformación Social". Segundo, los pobres, no lo trasnochan y menos cuando supuestamente todos los impuestos nuevos, lo cual es falso, son para quienes más han perdido con la pandemia. Tercero, tocar a los grandes poderosos de este país como los Ardila Lüle, financiadores de su campaña y que producen precisamente bebidas azucaradas, no es parte del ADN del gobierno.
Sacar a relucir el gobierno que le puso impuesto al carbono que también recomendaron los expertos y otras pequeñas cosas, son nada frente a las grandes recomendaciones. Lo realmente importante en términos de hacer el sistema más equitativo, les entró por un oído y les salió por el otro. Pero sobre los costos de los alimentos, el gobierno se las arregló para inventarse una fórmula que termina aumentando precisamente esos precios que van a pesarle mucho a la canasta de consumo de los pobres y clases medias.
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La verdad es que las únicas misiones cuyas recomendaciones se aceptan por parte del gobierno, son las que dicen exclusivamente lo que el gobierno quiere escuchar y no les cuestiona nada
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Para no entrar en más detalles, la verdad es que resultó una propuesta de reforma tributaria demasiada cargada a las personas, precisamente lo que no era la recomendación de la Misión. La pregunta de nuevo es para qué se gastan esa plata en este gobierno del presidente Duque. Para que les hacen perder el tiempo a personas tan ocupadas. Para que desperdician esos dólares, aunque nadie sabe exactamente cuánto costó, si se convirtió su trabajo en un sofisma de distracción. En una verdadera perdedera de tiempo de todos los que nos pusimos a estudiar y analizar sus propuestas.
La verdad es que las únicas misiones cuyas recomendaciones se aceptan por parte del gobierno, son las que dicen exclusivamente lo que el gobierno quiere escuchar y no les cuestiona nada. Ese es el caso de la Misión de Empleo donde Santiago Levy no se salió del libreto que le puso el gobierno. En síntesis, no se gasten inútilmente la plata señores del gobierno. Y no nos hagan perder el tiempo. Por favor. Ni a los expertos ni a nosotros que nos ponemos a estudiar recomendaciones que ustedes ignoran porque no corresponden a sus verdaderos intereses. Es el colmo en medio de semejante momento que vive este país. La verdad es que esta fue una Misión Perdida. ¿Hasta cuándo seguirán siendo intocables los funcionarios de este gobierno empezando por el presidente Duque?
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