En la tarde del jueves 15 de abril, el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, expuso el contenido del borrador de la reforma tributaria que discutirá el Congreso de la República. Durante su intervención, fue cuestionado sobre la razón por la cual dicho texto no menciona ni abarca ninguna propuesta para subir impuestos a las bebidas azucaradas y tampoco de imponer recaudo a los centros religiosos, dos debates que han pasado sin pena ni gloria por los estrados legislativos en los últimos años y que actualmente rondan la cabeza de muchos ciudadanos.
Con respecto al tema del impuesto a bebidas azucaradas, Carrasquilla respondió:
Esto respondió el ministro Carrasquilla cuando le pregunté por qué no se incluyó en esta Reforma Tributaria el impuesto a las bebidas azucaradas: pic.twitter.com/lBFj1kUiYP
— Juliana Ramírez (@Julianaramirez6) April 15, 2021
“Nosotros no lo incluimos, pero somos conscientes de que eso entrará a la discusión en el Congreso. El presidente tiene un escepticismo sobre la bondad de este impuesto, yo no estoy seguro de que ese impuesto tenga los efectos sobre las externalidades sobre la salud de la ciudadanía, pero estamos dispuestos a ese debate” fueron sus palabras. Una respuesta que partió desde su opinión sobre el tema.
En 2016, siendo Iván Duque senador por el Centro Democrático, criticó que el Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos presentara un proyecto para poner este impuesto, asegurando que el problema de la obesidad en Colombia correspondía más al sedentarismo que al consumo de bebidas azucaradas.
Sobre la posibilidad de aplicar gravámenes a los centros religiosos, sean cristianos, evangélicos, católicos o de otras creencias, tema ambientado en los últimos días por la representante del Partido Verde, Katherine Miranda, quien propuso que estos lugares pagaran impuesto a la renta, y así no afectar a la clase media, Carrasquilla respondió:
“Las iglesias son parte de un universo que conocemos tributariamente como entidades sin ánimo de lucro, hemos llegado a la conclusión como sociedad de que esas entidades tengan un tratamiento especial desde el punto de vista tributario”, explicó el ministro, quien además agregó, que si llegarán a gravar las iglesias tendrían que hacerlo también con fundaciones sin ánimo de lucro" precisó el ministro de Hacienda.
A menos de que desde el senado se propongan y se voten positivamente propuestas alrededor de dichos debates, ni los ingenios azucareros ni las iglesias tendrán que preocuparse por la nueva reforma tributaria que tiene a la clase media colombiana en vilo.