De los $30,3 billones que pretende el mal gobierno de Duque, con su reforma tributaria, eufemísticamente llamada Ley de Solidaridad Sostenible, $27,3 billones serán determinados entre el incremento del IVA y la ampliación de la base tributaria para 1,2 millones de personas naturales. Solo $ 3 billones aportarán las rentas del capital.
De entrada estamos ante una profunda reforma regresiva, pues el capital solo pone el 10 % de la reforma. No se cumple el criterio de que los que más tienen más ponen. El mundo al revés en este caso.
$10,5 billones provendrán del incremento del IVA de los productos de la canasta familiar que tienen 0 % y 5 % al 19 %. Es decir un incremento en la canasta familiar del 15 % en promedio por lo menos.
Esta carestía de la vida en términos del IPC, sabiendo según el Dane, que la tercera parte de los costos de la canasta básica familiar se dan en alimentos y bebidas, representaría entonces un 5%.
$16,8 billones provendrán de la ampliación de 1,2 millones de personas naturales y el incremento en la tasa de tributación de sus rentas de trabajo, es decir de sus ingresos, para los 3 millones de personas naturales que tributarían.
El Ministerio de Hacienda a través de su viceministro ha dicho que el impacto sería en promedio de un 4 % más en el impuesto a la renta, es decir una pérdida de sus ingresos en esa proporción. Y un buen sector de pensionados, quienes devengan más $7 millones de pesos verán igualmente disminuir sus ingresos.
Así, este sector de la clase media vería incrementar por lo menos, un 5 % en su canasta familiar y 4 % menos en sus ingresos, es decir el IPC sería de por lo menos un 9 %. Y para los vulnerables, trabajadores con ingresos de 2 salarios mínimos hacia abajo, el IPC sería de al menos el 5 % ya señalado.
A este macroimpacto de la reforma, le debemos agregar la incidencia del incremento de la gasolina del 5 % al 19 %, en los costos del transporte de carga y de pasajeros, que a su vez, en forma de dominó tendrá incidencia en las mercancías y en el servicio público de transporte.
Los costos de los servicios de transporte de pasajeros y de carga, están afectados por el precio de los combustibles, según el Dane, entre un 33 % y un 40 %. Por consiguiente, al elevar el IVA a la gasolina en un 14 %, representaría entonces, en promedio, una elevación de los costos en cerca de un 5 %, que con absoluta seguridad lo terminará pagando el consumidor o el usuario final.
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Se dejan los privilegios a quienes sí deberían gravar, a los grandes rentistas del capital de las entidades financieras y de las grandes corporaciones nacionales y extranjeras
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De esta manera estaríamos asistiendo al mayor raponazo, en la época del neoliberalismo para las clases medias, los vulnerables y los pobres. Nadie se había atrevido a tanto. Y las consecuencias, sumadas a las ya vividas en esta larga pandemia, serán desastrosas para la ya precaria vida que se tiene, y todo ello dejándole los privilegios a quienes sí deberían gravar, a los grandes rentistas del capital representados en las entidades financieras y en las grandes corporaciones nacionales y extranjeras.
Tal como lo reseñó Salomón Kalmanovich en su columna de El Espectador del 28 de marzo de este año, "En vez de agobiar a la clase media y a los pobres con más IVA, debieran eliminarse las exenciones que permiten que el sector financiero pagara en 2020 sólo 1,9 % de sus utilidades de $121 billones; las petroleras, el 7 % de $92 billones, y las empresas mineras, el 6 % de $31 billones, cuando debieron pagar el 33 % que informa la ley, según el portal La Oreja Roja. El costo para el fisco de estos tres sectores fue de $80 billones." Con solo eso, no se necesitaría reforma tributaria alguna.
Con esta reforma hecha así, se impulsará de un lado la carestía de la vida y de otro, los compradores de bienes y servicios se disminuirá, así cualquier esperanza de reactivación económica y de empleo se frustrará. Se gobierna solo para los grandes poderosos.
Posdata: Para salvaguardar nuestros ya deteriorados ingresos, debemos exigir al congreso sea hundida ésta regresiva y agresiva reforma, para lo cual debemos participar de manera comprometida en el paro nacional del 28 de abril que han programado la centrales obreras y el Comité Nacional de Paro.
Twitter: fabioariascut
