Como persona y ciudadana siento un profundo respeto por Iván Marulanda; no es para menos. Su historia política aporta un significado muy grande que no se debe olvidar. Y es que en aquellos tiempos de los extraditables era igual de invivible que hoy luchar por una causa social y legal en este país. Es decir, digo igual de invivible porque nada ha avanzado esta nación; aun así, la coraza para enfrentar y querer un cambio social se enaltece. El hoy senador Iván Marulanda fue uno de los sobrevivientes de la época del terror, vio morir a sus amigos y compañeros de lucha, entre ellos el gran Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, hombres que dieron su vida en la lucha contra las drogas y el narcotráfico; causa perdida en Colombia.
Recientemente, el senador colocó en su cuenta de Twitter: “Es que oigo y leo jóvenes opinadores señalar con el dedo quién puede ser o no ser, quien debe ser o no ser presidente, ministro, senador, alcalde, gobernador y me río para mis adentros? ¿De dónde estos jóvenes van a saber tanta cosa? ¡Claro que no lo saben! Contaminación ambiental". ¡Claro que sabemos, senador! Seguramente a los jóvenes no nos contaban la historia porque nos colocaban a ver Rcn y Caracol, y tragábamos entero, o, porque por muchos años se sustrajo la cátedra de historia en las escuelas.
Sin embargo, hoy hay insumos con evidencia, lecturas profundas y críticas de la historia política y social del país que nos permite a los jóvenes generar criterios hasta llegar a concluir que los viejos se han dedicado a mal gobernar haciendo inadministrable e ingobernable este país; por esa razón los jóvenes decidimos pararnos firmemente y decir basta de esa Colombia que no avanza. Pero además usted fue constituyente, senador, y quien provocó un cambio de constitución fueron los jóvenes de la séptima papeleta, ¿entonces cómo puede usted decir que los jóvenes no podemos opinar si los jóvenes empezaron cambiando una carta antidemocrática por una demócrata (misma que usted en las comisiones de economía aportó desde su experiencia y en la que el derecho de expresión se volvió tan fundamental como el de la vida?
¡No, senador!, los jóvenes tenemos la responsabilidad hoy de ser símbolo de unidad nacional para lograr un cambio de una vez. Nosotros estamos cansados de vivir entre la guerra y la desigualdad social y hoy más que nunca cobra vigencia que los jóvenes luchemos por causas que creemos justas. Hoy, cuando se torna difícil el orden público y asesinan a líderes que alzan la voz, cuando el narcotráfico continúa cegando la vida de personas valiosas, cuando el desplazamiento entristece la vida y el estado les dice que no le interesan, y cuando el hambre toca las puertas de la nación colombiana, los jóvenes en Colombia, así como lograron en Estados Unidos aportar en los estados republicanos para el triunfo de Joe Biden, con quien usted comparte ideas, nos comprometemos a lograr poner por fin a un presidente capaz de manejar los asuntos públicos con buenas prácticas políticas priorizando cada vida. No se meta con esta generación cansada de escuchar la misma historia y que nada pase, querido senador.