Temblores ONG dio a conocer al país las delicadas cifras de violencia policial registradas en los primeros dos meses del año, en la tarde de este lunes 1 de marzo de 2021. De acuerdo con los datos que han sistematizado en la Plataforma GRITA —de esta organización—; son 70 casos de violencia policial dentro de los que se encuentran cinco (5) asesinatos a manos de uniformados de la Policía Nacional.
Las personas asesinadas son Martín Elías Manjarrés Mora de 17 años; Jerson Stiven Vela Vega de 23 años; Yilber Alos Cardona de 28 años; Brayan Esteban Arrubla Chica de 24 años y Arley Povea Ramos de 24 años.
Para Alejandro Rodríguez, investigador de Temblores ONG, una de las cosas más preocupantes del reporte bimensual tiene que ver con que “no se están tomando medidas por parte de las instituciones para frenar los hechos de violencia policial. Esto se evidencia por el aumento en los casos. Mientras que en enero hubo 29 casos registrados; en febrero la cifra de casos subió a 41.”
El investigador resalta que los datos del reporte aún no están contrastados por las bases oficiales y estatales por lo cual; la cifra puede ser mayor. Uno de los llamados que hace Temblores, a través de Alejandro, es que “para el caso de Bogotá la Alcaldía tome medidas. Porque lo que se evidencia es que la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana de Bogotá l se están pasando la bola; en términos de quién fue y quién dio la orden de intervenir. Esto no permite claridad de cómo se están funcionando las decisiones de intervención por parte del ESMAD y la Policía.”
De acuerdo con Alejandro las preguntas ¿Quién toma la decisión? ¿Por qué se toma la decisión? Continúan sin responderse mientras aumentan los hechos de victimización.
La violencia policía que se ensaña
La violencia policial, de acuerdo con Temblores, se ha perpetrado especialmente de la siguiente manera; 20 casos en los que las víctimas han sido jóvenes; 12 casos que se perpetraron en el marco de la protesta social; siete (7) casos que incluyen a vendedores ambulantes; seis (6) casos en los que las víctimas fueron niños y niñas; cuatro (4) en contra de adultos mayores; cuatro (4) personas recicladoras y cocoteras y dos (2) que incluyen personas Trans.
Alejandro llama la atención sobre el perfilamiento que se está desarrollando en casos de violencia policial como el ocurrido con el joven Gareth Silva, en las pasadas movilizaciones del 24 de febrero, quien fue brutalmente herido en su ojo por agentes del ESMAD. “En este caso se evidencia que desde el día anterior —23 de febrero— había sido perfilado y en el desarrollo de la protesta le disparan en uno de sus ojos”. Para el investigador es necesario que se haga seguimiento a esta serie de sistematicidades.
Una de las grandes problemáticas que permiten que la violencia policial continúe ocurriendo tiene que ver con que; mientras en la Inspección General de la Policía abren una investigación los uniformados continúan en el ejercicio de sus funciones. De hecho, en muchas ocasiones son trasladados y siguen trabajando sin ningún tipo de acción inmediata. En este sentido es importante comenzar por suspender temporalmente mientras se adelantan las investigaciones a los agentes que comenten actos de violencia en contra de la ciudadanía.
A su vez, que las investigaciones sean más veloces y eficaces. Lo que suele ocurrir es que se abren, pero pasan los meses mientras que no hay ningún tipo de avance. Generalmente se abre investigación interna y, también, de la Fiscalía General de la Nación si fue un crimen penal,” precisa el investigador quien insiste que allí radica un cuello de botella que auspicia la impunidad.
Articulo de autoría de la Fundación Paz y Reconciliación-PARES, publicado el 1 de marzo de 2021.