Lo interpretado y vivido el viernes 26 de marzo, hora 9:00 am en la I.E Majoma, por los jóvenes de grado once año 2021. Sin duda ese calificativo de viacrucis o vía crucis, conmemoración camino de sufrimiento y de dolor que padeció Jesucristo en su recorrido al calvario, calificado como hecho histórico y grandioso para la I.E de María Josefa Marulanda, sin duda ese calificativo se quedaría corto, para describir lo vivido esa mañana de marzo en los estudiantes que interpretaron cada una de las estaciones para los docentes y comunidad educativa, que estuvieron como espectadores.
Tras el regreso en el primer trimestre de la alternancia, el grupo de estudiantes de grado 11ª se vieron con dedicación, seriedad, emoción, piedad y recogimiento, interpretar cada una de las estaciones de penitencia y de dolor de poder haber sido, partícipes de compartir la interpretación y dramatización del gran hecho de misterio cristiano.
El estudiante que personificaba a Jesús lucía ropajes de color rojo y púrpura, los demás estudiantes que representaban a los soldados romanos, y al pueblo judío llevaban atuendos de colores suaves.
En la representación de suplico y de dolor apoyada con pasajes bíblicos, oraciones, cantos interpretados por el docente Mauricio López y la estudiante María Alejandra Celis, los jóvenes estudiantes de la I.E Majoma exponían en su interpretación escénica la narrativa que enuncia lo cotidiano de la mendicidad, el hambre, el dolor, la orfandad, las muertes, el desempleo que viven y padecen los migrantes ya sea por el azote de la pandemia producida por el COVID-19 o por los usos políticos que hacen del sufrimiento en espacio y en tiempo específicos.
Los sentidos sobre el dolor, el sufrimiento que los estudiantes enuncian en su escenificación reafirman la imagen del pueblo en la actualidad crucificado, que se especifica en la pobreza, con aspectos de injusticia económica, política y social, elementos que simbolizan al pueblo crucificado sin pronta solución de libertad y de salvación a sus problemas y necesidades que enfrentan y padecen, y el signo de los tiempos que solo es entendido por la humanidad agonizante y sufriente.
En la meditación que se recitaba en cada estación por los estudiantes encargados, se observaba y se escuchaba que suplicaban por las familias del planeta que se ven obligadas a cargar la cruz del maltrato, la soledad, la discriminación, el racismo, la xenofobia, la explotación, el aborto, el éxodo del campo a la ciudad o viceversa, por falta insumos para sus tierras, o empleos y oportunidades para mejorar su calidad de vida y liberarse de las políticas y leyes restrictivas.
La invitación es que, como personas de fe, de respeto y temor de Dios, se logre buscar y sembrar en las nuevas generaciones formas concretas que busquen sensibilizar a variados públicos, aunque la solución no sea inmediata, pero que si vayan permeando en sus corazones.
