Por años Luz Stella Luengas fue la madre más querida por los Colombia. Los hogares se paralizaban al medio día para almorzar en torno al televisor para deleitarse con los anecdóticos capítulos de “Padres e hijos”
El país entró en shock con la repentina e inesperada muerte de Ana María Franco, la mamá de Daniela, la esposa de Carlos Alberto, la mujer que se tanto admiraban las amas de casa en ese entonces. Pero si para los televidentes fue algo inesperado, para la actriz lo fue mucho más.
De un momento a otro las cosas en la producción se fueron tornando color de hormiga.
A luz Estella la invitaron a trabajar en una telenovela de escrita por el libretista de julio Jiménez llamada Paquita Gallego, protagonizada por Cristina Umaña y Andrés Juan. El equipo de producción de “Padres e hijos” le dio luz verde para estar en ambas producciones al tiempo y le aseguró ajustar sus llamados de grabación para que no tuviera ningún inconveniente.
pero llegó el día en el que a la actriz se le cruzaron los llamados de grabación, y “colombiana de Televsión”, productora de la serie, no le cumplió el acuerdo y la obligaron a asistir a la grabación. Ese fue uno de los motivos para que la despidieran.
A su despido se le sumó una carta anónima que llegó a las oficinas de la productora, la cual contenía graves acusaciones y falsas en contra de Luz, las cuales denunciaban malos comentarios de ella en contra de la producción, los actores, el director y en general de toda la empresa.
Pero eso no fue todo. Por esos días también recibió amenazas de muerte. La bogotana llegó una noche a su casa, reviso el contestador de llamadas de su teléfono fijo y se encontró con un mensaje aterrador y agresivo. La voz de un hombre que decía que la iba a matar sin ninguna razón.
Por aquella época tuvo que andar con guardaespaldas, y su vida se convirtió en un infierno pues el temor psicológico se apoderó de ella, no podía estar tranquila, sentía que la observaban todo el tiempo y pese a las investigaciones nunca dio con el origen de las amenazas.
Luz Estela salió de padres e hijos y no se enteró de cómo murió su personaje. A su casa empezaron a llamar los televidentes ya que en el directorio telefónico aparecía su número. Las señoras y los niños la llamaban llorando preguntando por qué habían acabado con el personaje de Ana María.
Al final, después de seis años, no me dijeron ni hasta luego y no hubo ninguna explicación.
