La profesora Dolly Montoya comienza un nuevo período como rectora de la Universidad Nacional, en contravía de la voluntad del cuerpo estudiantil y buena parte del docente que votó en blanco en la consulta de la semana pasada. Si bien esta no era vinculante, sí expresaba una voluntad colectiva. Por esta razón la representante de los estudiantes y de los docentes, Jennifer Pedraza y Beatriz Martínez de Vargas, respectivamente, se abstuvieron de votar por la reelección de Montoya.
El voto en blanco había ganado en el ponderado de la consulta para la elección del nuevo rector la semana pasada. De los más de 17 mil estudiantes que participaron, más de 13 mil votaron en blanco, alcanzando el 32% del ponderado general. Incluso entre profesores el voto en blanco superó a dos de los candidatos.
Los otros seis miembro del Consejo Superior respaldaron su rectoría hasta el 2024. La rectora superó a los aspirantes Jorge Iván Bula (quien repetía aspiración), Diego Hernández (quien había sido vicerrector de Ignacio Mantilla) y Moisés Cetré.
Dolly Montoya tendrá que buscar un camino para dar tranquilidad a la comunidad estudiantil que está insatisfecha y ha descrito la situación como de crisis de gobernabilidad. La nueva rectora comienza su segundo período en medio de aguas turbulentas, con el desafío de lograr presencialidad, financiación para las alumnos de bajos recurso y la necesidad de implementar medidas urgentes para frenar la deserción.