Poco a poco Egan Bernal vuelve a tener el estado de forma deseado. El año pasado, fragmentado por la pandemia, el colombiano no estuvo a tope y los problemas en la espalda terminaron comiéndoselo en pleno Tour de Francia, carrera donde el joven maravilla defendía el campeonato. Hace una semana, durante la Strade Bianche, Bernal demostró que es un súper corredor ocupando el podio en una carrera que, en teoría, no le venía bien.
En la Tirreno Adriático queríamos verlo disputarle la vuelta a Pogacar pero la táctica del INEOS ha sido desastrosa. No puede ser que lo pongan a romper el lote faltando ocho kilómetros para el final de etapa sólo para hacerle el trabajo a Geraint Thomas, no pueden usar al de Zipaquirá como si fuera un peón, un gregario.
En la etapa reina de la Tirreno Adriático Egan se vio muy activo, atacando, destruyendo el lote. Lo hizo una y otra vez hasta que atacó Thomas y fracasó en ese intento. Cuando Bernal intentó estar con los mejores se reventó por la estrategia errada y perdió cualquier opción de ganar una de las carreras más importantes fuera de las grandes vueltas.
El objetivo de Egan será el Giro de Italia, carrera a la que quería ir Nairo pero no fue invitado ya que su equipo está en la segunda división del ciclismo mundial. El mejor colombiano en la Tirreno es Sergio Higuita quien está tercer y sorprende por la calidad que muestra en este tipo de competencias. Nairo es quinto, un puesto muy bueno teniendo cuenta de que él apenas se está recuperando de sus operaciones de rodilla.