En 1998, el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince publicó el libro Fragmentos de amor furtivo. En la edición de Alfaguara del 2016, al final de la página 38, se puede leer un fragmento que recrea una de las posibles etimologías de la palabra puta. Según el autor, "el verbo latino puto, putas, putare, putavi, putatum, procede del vocablo griego, budza, que significaba sabiduría hacia el siglo VI antes de Cristo". Por lo tanto, la palabra puta que se concibe de manera despectiva proviene de ¡pensar, creer, tener destreza y conocimiento! En la antigüedad, a las mujeres ilustradas se les despreciaba y, por eso, las budza llegaron a ser agraviantes.
Probablemente, budza es la raíz griega de la palabra puta —que se empleaba para designar a las mujeres que venían de Mileto y que se caracterizaban por su sabiduría, cultura y belleza—. Posteriormente, budza se transmutó en el verbo latino puto, putas, putare, putavi, putatum. ¿Por qué? Es curioso que no se encuentra mucha información sobre esta historia y, más bien, las etimologías encontradas recurren a la carga injuriosa del caso. Sin embargo, según Jorge Oviedo Rueda, en su libro Balada triste de la budza y el guerrillero, "en la Grecia clásica el patriarcalismo monogámico ateniense ya le había asignado a la mujer el rol de madre y nodriza de sus hijos, habiéndole prohibido, inclusive, asistir a las fiestas que organizaban los hombres. A estas fiestas el varón invitaba a las budzas de Mileto a cambio de dinero para que amenizaran el jolgorio. No para tener sexo, sino para conversar sobre arte, estética y política".
El desprecio por la libertad de las budza y su influencia sobre los hombres —incluidos los gobernantes— ocasionó que las mujeres atenienses las calumniaran y odiaran, así con el tiempo la palabra cambiaría a putza y luego, en el latín se convirtió en el verbo puto, putas, putare, putavi, putatum y, de ahí, en el Imperio Romano mutó hasta pasar a Hispania en donde se transformó en la palabra puta con toda la carga peyorativa y moralizante con la que se conoce hoy.
Es decir, la referencia a la palabra puta lo que se está reclamando en términos etimológicos es la libertad y sabiduría de una mujer. ¿Pero de dónde podría venir la relación entre la palabra y la libertad sexual? Pues las mujeres budza tenían la libertad de elegir con quien tenía sexo y, lo podían hacer con distintos hombres sin ningún remordimiento o vergüenza.
Con el tiempo esa libertad de las mujeres fue rechazada a tal punto de concebir a las budza como impuras por la libertad que tenían al elegir sobre su sexualidad. Estas referencias poco conocidas que existen acerca de la etimología de la palabra puta, podrían desmitificar la connotación ofensiva con la que carga hoy y, todas esas acotaciones del origen, acercar hacía una reivindicación de la libertad e influencia de la sabiduría de la mujer.