Las declaraciones de impuestos de Donald Trump durante ocho años llegarán a manos de un fiscal. Esto se debe a que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos rechazó este 22 de febrero una solicitud para que el alto tribunal suspendiera un fallo anterior que le exigía a Trump entregar los registros.
Con su decisión, la Corte no obliga directamente al presidente a dar sus declaraciones de impuestos, sino a su firma contable Mazars, que ha manejado las finanzas del magnate por años. Es esa compañía la que deberá entregar los registros de Trump. Tampoco significa que las declaraciones del expresidente vayan a desclasificarse ante el público. De hecho, el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., se comprometió a respetar la confidencialidad que le exige el gran jurado.
Lo relevante de la decisión es que con ella Trump pierde una dura batalla legal que ha dado durante años para que no se conozca su declaración de impuestos. Desde su campaña presidencial, el republicano y multimillonario se comprometió a publicar voluntariamente sus declaraciones de impuestos, como lo han hecho todos los presidentes estadounidenses de los últimos tiempos antes de llegar a la Casa Blanca. Pero a diferencia de sus antecesores, Trump nunca publicó los registros.
En 2019, la situación pasó del plano político al penal, cuando la Fiscalía abrió una investigación en la que está involucrado Trump. El caso de Vance se centró inicialmente en el dinero secreto que el exabogado de Trump, Michael Cohen, le dio a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels y la exmodelo de Playboy Karen McDougal antes de las elecciones de 2016. Las dos mujeres dijeron que tuvieron encuentros sexuales con Trump, aunque él lo niega.
En ese contexto que Vance citó a la compañía Marzars para que entregara las declaraciones de impuestos del magnate, tanto las corporativas, como las personales, correspondientes al periodo entre 2011 y 2018. Pero los abogados de la compañía demandaron la solicitud, alegando que los fiscales estatales no tienen el poder suficiente para investigar a un presidente en funciones y que este tiene inmunidad absoluta frente a esa clase de procedimientos. Y fue así como el caso llegó hasta la Corte Suprema.
Los fallos sobre la citación contra la firma Mazars
La primera decisión de la Corte Suprema sobre el pleito fue en julio de 2020. El alto tribunal rechazó la postura de Mazars, pues consideraron que ningún ciudadano estaba por encima de los procedimientos legales. Pero le dieron otra oportunidad a Trump. En su sentencia, los magistrados decidieron que el entonces presidente podría plantear otras objeciones a la citación.
Los abogados de Trump alegaron en tribunales inferiores que la citación para entregar sus declaraciones de impuestos era muy amplia y que en realidad era un acoso político por parte de los demócratas. Pero allí también perdieron las peleas.
El juez de distrito, Víctor Marrero, y la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito con sede en Nueva York rechazaron los reclamos de Trump en agosto y octubre, respectivamente. Además, lo obligaron a entregar las declaraciones de impuestos.
Fueron justamente esas sentencias las que Mazars esperaba que la Corte, de mayoría conservadora, frenara con su más reciente decisión. Pero el tribunal falló en su contra y Mazars debe cumplir con la citación para entregar los materiales a un gran jurado convocado por el distrito de Manhattan.
A pesar de que el tribunal tenía el caso en su poder desde octubre del año pasado, no había tomado ninguna decisión al respecto. Entre tanto, Trump dejó la Casa Blanca. Sin embargo, en su fallo, la Corte no ofreció ninguna explicación por la demora ni especificó si Trump merecía algún trato especial por haber sido presidente.
La investigación del fiscal de Manhattan contra Trump sería más amplia de lo previsto
Aunque esto no obliga al expresidente para publicar sus declaraciones, sí fortalece la investigación de la oficina de Vance. Todavía no se conocen detalles del caso, pero todo apunta a que la pesquisa es más grande de lo que se creía.
En presentaciones judiciales recientes, Vance sugirió que la investigación podría centrarse en un posible fraude bancario, fiscal y de seguros, así como en la falsificación de registros comerciales. La investigación también indaga los negocios de la inmobiliaria Organización Trump.
En ese sentido, la agencia Reuters conoció que la oficina de Vance citó la semana pasada a una agencia de impuestos de propiedad de la ciudad de Nueva York, sugiriendo que los fiscales están examinando los esfuerzos de Trump para reducir sus impuestos sobre bienes raíces comerciales en busca de posibles pruebas de fraude. Además, la oficina del fiscal contrató este mes a un abogado prominente con amplia experiencia en casos de cuello blanco y crimen organizado.
Trump insiste en que todo es una persecución en su contra. Luego de que se conoció el fallo de la Corte Suprema, el expresidente se quejó de que la citación sea en un lugar "totalmente demócrata", en alusión al estado y a la ciudad de Nueva York. Además, acusó a los demócratas de ese estado de gastar su energía en derrotar a un oponente político en vez de concentrarse en investigar los crímenes violentos.
En su comunicado, Trump también describe la investigación de Vance como una pieza de "la mayor caza de brujas política en la historia de nuestro país". Por su parte, el fiscal respondió con una declaración de tres palabras: "el trabajo continúa".