Hasta hace muy poco los artistas de la televisión la única política que deberían seguir era la del orden imperante. Entonces apareció una generación, capitaneada por Margarita Rosa desde su columna en El Tiempo, Santiago Alarcón y Julian Román desde Twitter y expresaron sin ambagues su inconformidad con el uribismo que ha ganado cuatro de las últimas cinco elecciones que se han hecho durante el siglo XXI.
La posición política a Julián Román le ha costado insultos y también contratos. En una conversación con Blu Radio afirmó que "Yo opino de política porque soy ciudadano, pago impuestos y siento la necesidad de hacerlo”, dijo. También reconoció que eso le ha traído algunas complicaciones: “Perdí un contrato de una campaña de motos (ser la imagen) porque según el concepto de la persona yo era subversivo y guerrillero”.
Román es una figura con fama en todo el continente sobre todo después de ganarse el casting para protagonizar la telenovela de Juan Gabriel. Su papá, la leyenda Edgardo Román, también ha sido vilipendiado por bodegas uribistas. Román sigue poniendo en claro su manera de pensar y de votar sin importarle las reprimendas que se gana. Una de las palabras que más se repiten en torno a él es el de guerrillero, sólo por no compartir el credo de Álvaro Uribe.